Cuatro muertos y más de mil detenidos en R. Unido
Cuatro personas murieron y más de mil han sido detenidas en el Reino Unido por la violencia callejera sin precedentes que comenzó el sábado en Londres, según informó la Policía.
Si bien Londres vivió una madrugada de relativa calma después de tres jornadas de graves disturbios, en otras ciudades británicas se registraron altercados en las últimas horas, entre ellas Manchester y Liverpool, al norte, y Birmingham y Nottingham, en el centro.
En Birmingham, tres hombres asiáticos fallecieron la pasada madrugada, cuando intentaban "proteger la propiedad" privada en su barrio, según relataron testigos presenciales.
Las víctimas, de 20, 30 y 31 años, perdieron la vida al ser atropellados por un vehículo en la zona de Winson Green, en esa ciudad del centro de Inglaterra, sobre las 00.00 horas GMT de la madrugada del miércoles.
En Londres, desde el sábado Scotland Yard ha detenido a 768 personas por actos violentos, desórdenes y saqueos, y se han presentado cargos contra 167 de ellos, según los últimos datos de la Policía Metropolitana, 111 de cuyos agentes resultaron heridos.
En el área de Manchester fueron arrestadas 113 personas, otras 50 en Liverpool y 109 en West Midlands, que acoge las ciudades de Birmingham y Nottingham.
En Londres la Policía Metropolitana efectuó anoche el mayor despliegue de la historia con 16.000 agentes operando en las calles, y desde las 20.00 GMT detuvo a 81 personas en diferentes zonas, si bien la situación estuvo tranquila.
Policía autorizada para utilizar métodos más contundentes
"No permitiremos que una cultura del miedo prevalezca en nuestras calles", apuntó el primer ministro británico, David Cameron, quien tras resaltar la mejora de la situación en Londres constatada anoche, añadió: "necesitábamos una respuesta y hemos respondido con firmeza".
Por segundo día consecutivo, Cameron presidió en Downing Street una reunión de su Gabinete de crisis para evaluar la respuesta a la ola de violencia callejera.
David Cameron manifestó que la policía podría utilizar métodos más contundentes como cañones de agua o balas de goma para dispersar a los causantes de los disturbios.
"Sean cuales sean los métodos que necesite usar la policía, tendrán autorización legal", subrayó.
Cameron reconoció que "hay cosas que realmente no funcionan en nuestra sociedad" y, preguntado si la respuesta de las autoridades ha sido lenta a unos disturbios iniciados el sábado en Londres, indicó que lo sucedido plantea "un reto nuevo".
Cameron se mostró horrorizado por el hecho de que algunos de los alborotadores tengan "12 o 13 años", e insistió en que las cámaras de videovigilancia instaladas en las calles permitirán identificar a los culpables de los disturbios.
El jefe del Gobierno británico dijo que los disturbios están causados por "una cultura de falta de responsabilidad", tanto de los jóvenes como de sus padres, y que los planes de contingencia de la policía están por ahora abiertos.
"Hemos visto lo peor del Reino Unido, pero creo que también hemos visto lo mejor del Reino Unido, el millón de personas que han firmado en Facebook en apoyo de la policía y se han unido en las operaciones de limpieza de las calles", señaló.
La escalada de violencia callejera comenzó el sábado en el humilde barrio de Tottenham, al norte de Londres, cuando una pequeña marcha pacífica de protesta por la muerte de un joven a disparos de la policía derivó en graves disturbios, que se propagaron después a otros barrios de la capital.
Mark Duggan, de 29 años, se encontraba en un taxi cuando fue alcanzado por balas de la policía en un suceso en el que finalmente se ha demostrado que el joven no llegó a disparar un arma.