México se alista para la Cuarta Transformación
En Tepetitán, Tabasco, tierra natal del Presidente electo de México, se encuentra un busto de mármol en su honor donde se lee: “El rostro de la esperanza. Homenaje en vida a Andrés Manuel López Obrador, luchador incansable de los derechos de los mexicanos”.
En esta pequeña villa, dedicada a la pesca, agricultura y ganadería, ubicada a 80 kilómetros de la capital, los pobladores tienen la esperanza de que llegue un cambio “histórico”, ahora que el “niño Andrés” se sentará en el sillón presidencial.
El izquierdista conocido por su acrónimo AMLO, gobernará el país desde el próximo 1 de diciembre, aunque no vivirá en el palacio de Los Pinos porque -según dice- “es demasiado ostentoso”.
Durante los primeros meses gobernará desde su casa, en Tlalpan, hasta que su hijo Jesús Ernesto, de 11 años, termine la primaria (está en sexto grado).
Después se mudará al Palacio Nacional, situado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, desde donde conducirá la Cuarta transformación de México, que sitúa a su sexenio al nivel de tres momentos claves en la historia de México: La independencia (1810 a 1821), La Reforma (1858 a 1861) y La Revolución (de 1910 a 1917). Al igual que estos eventos históricos, AMLO quiere que su presidencia marque un cambio profundo en el país.
Entre los planes de cambio tiene considerado establecer una “auténtica democracia” y garantizar elecciones libres, tanto así, que enviará al Congreso la iniciativa para endurecer las penas contra los delitos electorales y así “enviar a la cárcel sin derecho a fianza a quienes violen el principio de sufragio efectivo”.
Además, pretende reformar el artículo 102 de la Constitución a fin de que el presidente en funciones pueda ser juzgado por corrupción. Su mandato también será sometido a consulta cada tres años.
Sin embargo, el presidente electo ha dicho que no le apostará a la persecución de los corruptos de gobiernos anteriores, incluso ofreció someter a consulta un “perdón” para los que sean señalados por corrupción, aunque respetará los procesos en curso.
AMLO desató la controversia el 14 de noviembre cuando reveló su plan de seguridad y anunció la creación de una Guardia Nacional con Policía Militar. Afirma que es una prioridad para enfrentar la crisis de inseguridad y violencia del país. Su creación necesitará de una reforma constitucional, sin embargo, sectores critican la medida por considerar que es una militarización del país.
También tendrá que lidiar con la caravana de migrantes centroamericanos que está en la frontera México-EE.UU. y con la construcción de un polémico muro fronterizo. (I)