La decisión del presidente Juan Manuel Santos de suspender de los diálogos entre su gobierno y las guerrillas de las Farc, tras el secuestro de un general del ejército colombiano, puso sobre el tapete el pulso de las fuerzas de derecha y los movimientos sociales y representantes de la izquierda.

En las últimas horas, el Gobierno realiza intensas conversaciones internas para tomar otras determinaciones respecto a esta situación. Por su parte, se conoció aquí en Bogotá, que la delegación de paz de las Farc en Cuba ha decidido "esperar un poco" antes de pronunciarse, con el fin de esclarecer los hechos. Al parecer, los delegados de la guerrilla "no saben realmente" qué sucedió en el caso del general Rubén Darío Alzate, quien fue secuestrado el domingo pasado.

Mientras los representantes del ala derecha, como el ex presidente Álvaro Uribe, políticos de su partido, Centro Democrático, y grupo de militares retirados, alzaron la voz para que Santos rompa definitivamente con las Farc y se levante de la mesa de conversaciones de La Habana, dirigentes sociales, militantes de partidos de izquierda, analistas y politólogos, están en contra de suspender los diálogos con los guerrilleros.

El secuestro del general Alzate en el departamento de Chocó, al noroccidente del país, produjo la peor crisis en ese proceso de paz que esta semana cumple dos años.

El investigador de la Universidad Nacional, Carlos Medina, cuestionó las circunstancias en la que fue secuestrado el general Alzate, al destacar que se trata de un militar muy experimentado que sabía lo que estaba ocurriendo en la zona.

Medina afirmó que Alzate tenía conocimiento de que era una zona difícil y que las Farc adelantaban una campaña militar para conmemorar el tercer aniversario de la muerte del Alfonso Cano. “Me parece muy difícil las circunstancias en que se produce la retención: un general de civil, experimentado, que trabajo durante años en la unidad militar que está dedicada a combatir el secuestro, que tiene toda la claridad sobre lo que es el desarrollo del conflicto, para caer de una manera tan ingenua. Prácticamente parece que hubiera preparado los hechos para que se produjera su retención y de alguna manera generar este incidente mayor”, señaló.

VIDEO

Por su parte, el ex comisionado de Paz, Camilo Gómez Alzate, manifestó que “esto es una situación crítica para el proceso, hay un acumulado de actos cometidos por las Farc como secuestros, extorsiones y voladuras de puentes que dejan la mesa de paz en un punto muy crítico”.

El ex presidente Álvaro Uribe quien pidió el cese definitivo de los diálogos, le dijo al gobierno Santos que la vida y la libertad de los militares y policías son igual de importantes como la de los civiles y expresó su solidaridad con las Fuerzas Armadas. Uribe aseguró, a través de un comunicado, que “la comunidad internacional, que tanto ha apoyado los diálogos con las Farc, debería exigir a esta agrupación terrorista el cese unilateral de actividades criminales”.

Mientras tanto, la dirigente política de izquierda, Piedad Córdoba, invitó al Gobierno Nacional y a la guerrilla de las Farc a persistir en el diálogo, insistió en un cese al fuego bilateral e invitó al país a tener paciencia.

En uno de los mensajes manifestó que “cese al fuego bilateral no es un tema político ni bélico, es un asunto ético, la paz es un bien superior”. Luego agregó que “los diálogos de paz de La Habana no deben terminar en monólogos de guerra, necesitamos cese al fuego bilateral”. La defensora de los Derechos Humanos explicó que un conflicto de 50 años no se arregla en 2 y dijo que hay que acabar con las mezquindades políticas y los cálculos con la paz ya que la que sufre es la gente.  

En el primer pronunciamiento de la comunidad internacional sobre la suspensión de los diálogos, Catherine Ray, portavoz de la Unión Europea, afirmó que estos hechos suponen un riesgo enorme para los diálogos de paz. “El secuestro del general del Ejército colombiano y de las otras dos personas en el departamento del Chocó pone seriamente en riesgo las negociaciones de La Habana", dijo Ray, portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.

La Unión Europea señaló que "estas negociaciones constituyen una oportunidad única para dejar atrás décadas de conflicto armado que causó numerosas víctimas y sufrimientos".

Así mismo recordó que los líderes de todos los países que componen el organismo reiteraron su apoyo al proceso de paz durante la visita a Europa del presidente Santos.

A lo largo de este año, la violencia de las Farc disminuyó en 70 por ciento en comparación con 2012, cuando no había empezado el proceso de paz, según las cifras según cifras de la Fundación Paz y Reconciliación.

Sin embargo, han ocurrido hechos graves como el asesinato de dos indígenas en el departamento del Cauca y la masacre de siete policías en la región de Córdoba, que han generado críticas a la decisión del presidente Juan Manuel Santos de adelantar el proceso en medio del conflicto.

Sin embargo, el proceso de paz llega su segundo año en medio de la peor crisis. Las cifras de la Fundación Paz y Reconciliación aseguran que el conflicto disminuyó sobre todo en el Meta y en los departamentos de la costa norte y en menor dimensión en Cauca, Nariño, Arauca y la región del Catatumbo en Norte de Santander.

Señala que las acciones guerrilleras no llegan a 800 al año, en comparación con más de 2.500 que ocurrían antes de empezar la negociación. Sin embargo, el Ejército asegura que esa guerrilla continúa produciendo e instalando grandes cantidades de minas antipersona en Caquetá, Putumayo y Nariño al sur del país.