La exjefa de Estado de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), dijo que el presidente Rafael Correa y el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, la llamaron el 5 de julio para darle "fuerza" y solidarizarse con su situación judicial.

"Me daban mucha fuerza y me expresaban toda su solidaridad porque realmente se ve muy claro desde afuera lo que está pasando", dijo Fernández a la prensa tras participar en un acto en Buenos Aires.

En los últimos tiempos la expresidenta, afectada por varias causas judiciales, ha expresado su convencimiento de que es víctima de una persecución política, mediática y judicial.

Tras anunciar que recibió "llamadas muy lindas por la tarde", Fernández especificó que Correa la llamó para solidarizarse "con lo que es obvio que está pasando en la República Argentina". "Con respecto humildemente a esta servidora, expresidenta de la República", reafirmó.

Respecto a la conversación con Samper, agregó que el jefe de la Unasur comparó su situación "en cierta medida con lo que pasó en Brasil, con lo que está pasando", en referencia a la situación política de ese país, marcada por la suspensión de Dilma Rousseff en sus funciones como presidenta para responder a un juicio político a cargo del Senado.

En este sentido, reiteró lo que a su juicio es la creación del "partido mediático" y el "partido judicial". "Creo que, en definitiva, el intentar tapar una realidad que no es buena hoy para nuestro pueblo y nuestra sociedad a partir de este tipo de cuestiones (su situación) es como intentar parar el cauce de un río poniendo las manos", expresó, al tiempo que fue de nuevo duramente crítica con la gestión del Gobierno de su sucesor, el conservador Mauricio Macri. (I)