El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, confirmó que mantendrá un encuentro bilateral con la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, quien llegará al país el 26 de enero, en el marco de la entrega de la presidencia pro témpore de la Celac a República Dominicana.

“Será un honor recibir a Dilma desde el día anterior para tratar temas de mutuo interés”, dijo Correa, quien señaló que hay inversiones brasileñas en Ecuador, en áreas como la conectividad.

Correa descartó un encuentro con el presidente Mauricio Macri, de Argentina. “No está planificada ninguna reunión bilateral, si la pidiera con mucho gusto la tendría”.

El Mandatario enfatizó que su homólogo argentino es “más que bienvenido a Ecuador. Es el representante democrático de un país hermano”.

El Jefe de Estado señaló que la lucha contra la pobreza es una prioridad para la Celac, pero no es el único tema que se debe discutir, ya que  hay otros asuntos como el problema onegenista porque considera que ciertas ONG están financiadas por la extrema derecha norteamericana y actúan contra gobiernos progresistas de la región.  

Dijo que la perspectiva  para la Celac es “que muy pronto reemplace a la OEA”. Calificó como inaudito el hecho de que en el siglo XXI, “si tengo un problema con Colombia lo vaya a discutir a Washington”.

Para Correa, la Celac como bloque debe ser un espacio de discusión, “de procesar nuestras diferencias, pero como país ir a la OEA no tiene sentido, así como discutir nuestros problemas latinoamericanos en Washington. No tiene sentido”.

En otro tema, Correa se congratuló por el levantamiento de las sanciones internacionales contra Irán. Por eso  telefoneará a su homólogo iraní Hasán Rohani.

El canciller Ricardo Patiño viajará  en los próximos meses a Teherán y no se descarta una visita oficial del presidente Correa al país persa. Además el ministro de Comercio Exterior, Diego Aulestia viajará entre el 2 y el 3 de febrero para avanzar en un acuerdo comercial con Irán.

Sobre la caída del precio del petróleo, indicó que el país trabajará como si no existiera la OPEP por su negativa a bajar la producción y estabilizar el mercado. (I)