Es docente de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central. Está especializado en Derecho Internacional, Política Exterior y Geoeconomía. Luis Córdova Alarcón, conversó con EL TELÉGRAFO sobre el proyecto de nueva Constitución en Cuba.

¿Qué le parecen las reformas a la Carta Política de Cuba?

Este es el cambio más significativo de su marco constitucional respecto a los anteriores. La Carta Política en vigencia fue aprobada en 1976 y solo ha sufrido 2 reformas: la primera en 1992, donde se reformaron 77 artículos de los 141; la segunda fue en 2002, que fue de carácter puntual.

El marco constitucional que ahora plantea actualiza la Carta Política a una serie de reacomodos políticos que se producen en Cuba y que responden al contexto internacional que también ha cambiado.

Pero el Partido Único sigue en la Constitución.

El cambio en el régimen cubano no es al sistema político, sino de reformas económicas. Hay 2 antecedentes importantes:
el primero fue en 2006 cuando asumió la presidencia Raúl Castro.

Él desplegó una política de continuidad con Fidel en materia de alianzas con los países tradicionales, sobre Venezuela, y logró obtener mayores beneficios comerciales por el petróleo y de cooperación. Raúl Castro también dio un giro en materia de comercio exterior para atraer inversión extranjera.

Esto se materializó en 2014, cuando se aprobó la Ley 118 que liberalizó toda la economía cubana, con excepción de salud, educación y Fuerzas Armadas. Incluso flexibilizó el trabajo. Esta norma es el síntoma más claro de apertura comercial de Raúl Castro. A pesar de que el régimen político se mantiene, en materia económica Cuba se ha adaptado a circunstancias cambiantes.

¿La población LGBTI también pide ciertos cambios como matrimonio, reproducción asistida y adopción de niños?

El ascenso de Miguel Díaz-Canel, quien asumió el poder el 19 de abril de este año, abre las puertas a un reacomodo de fuerzas internas de Cuba, que busca ganar legitimidad frente a la población. Esta reforma constitucional ayuda a su gobierno a reubicar nuevas relaciones y sectores como los LGBTI en Cuba. (I)