Las divisiones internas persisten
Corbyn propone subir impuestos a ingleses ricos
Por Leonardo Boix y agencias
El flamante jefe del Partido Laborista británico, el socialista Jeremy Corbyn, propuso la creación de un impuesto tipo ‘Robin Hood’ a la City financiera de Londres, para repartir más equitativamente los ingresos entre los más pobres y necesitados en Gran Bretaña.
Durante el Congreso Anual del Laborismo, que comenzó el sábado en la ciudad inglesa de Brighton, el ministro de Hacienda en la oposición, John McDonnell, anunció que si los laboristas ganan las próximas elecciones de 2020, impondrán impuestos más equitativos y justos.
McDonnell quiere gravar las actividades de los mercados financieros, mientras que los conservadores consideran que dicha medida afectará el crecimiento económico en el país.
El Laborismo estima que los llamados impuestos ‘Robin Hood’ frenarán los “excesos” de la City financiera, y ayudarán a mejorar al Servicio Nacional de Salud (NHS), como también otros servicios públicos básicos, entre ellos los de educación y vivienda.
En ese sentido, anunció que la agrupación opositora iniciará un “debate nacional” acerca de los impuestos ‘Robin Hood’, pero advirtió que la prensa y ciertos sectores del ‘establishment’ inglés “tratarán de tirar abajo la propuesta”.
Durante su campaña por el liderazgo del Laborismo, Corbyn había indicado que al menos 120.000 millones de libras esterlinas (unos 182.840 millones de dólares) podrían ser recuperados por el fisco británico de actividades de evasión fiscal e impositiva, monto suficiente para eliminar por completo el déficit fiscal del Reino Unido, sin necesidad de reducción del presupuesto al Sistema de Bienestar y los servicios públicos básicos.
En su primer discurso ante el Congreso anual de su formación, Corbyn defendió un programa de “cambio” para acabar con la austeridad económica en el Reino Unido.
“Bajo mi liderazgo, el Laborismo defenderá la inversión pública en infraestructuras, trabajos cualificados y educación”, señaló Corbyn durante una alocución en la que recibió largas ovaciones por parte de las bases del partido.
El discurso de Corbyn mostró el clímax de esta conferencia de 4 días marcada por las divisiones internas y por un cierto sabor “clandestino” en el bastión progresista de Brighton, en contraste con la parafernalia oficialista de los últimos cónclaves laboristas bajo las batutas de Tony Blair, Gordon Brown y Ed Miliband (todos ellos ausentes en la coronación del nuevo líder).
El veterano político socialista advirtió recientemente sobre una revuelta en su contra desde el seno de la agrupación que preside, y dijo en tono desafiante y pese a las presiones: “No voy a renunciar”. (I)
