Continúan los homenajes a Mandela en su octavo día en estado crítico
El ex presidente sudafricano Nelson Mandela, de 94 años, sigue recibiendo homenajes y mensajes de apoyo cuando ha pasado su octavo día en estado crítico sin que trascendieran hoy novedades sobre su salud.
La entrada del hospital de Pretoria donde está internado Mandela continuó hoy siendo escenario de una peregrinación constante de admiradores que quieren rendir tributo al héroe nacional.
Miembros de la Nueva Iglesia Apostólica entonaron frente al centro médico sus himnos de oración por la recuperación de Madiba, como se conoce al icono de la lucha contra el "apartheid" en su país.
El grupo contó pronto con refuerzos, al sumarse a sus rezos una delegación presente del también cristiano Ejército de Salvación.
La presencia militar se vio asimismo redoblada con la llegada a la zona de varios veteranos del ala militar del Congreso Nacional Africano (CNA), Umkhonto weSizwe, de la que Mandela fue en su día comandante en jefe.
Los antiguos militantes cantaron himnos de los tiempos de lucha contra la dominación racista de la minoría blanca, y recordaron una faceta de Madiba a menudo olvidada.
"Le recordamos como un comandante leal, desinteresado y muy disciplinado", dijo a los medios Kebby Maphatsoe, que encabezaba la comitiva, según la emisora de radio Eyewitness News.
Mientras tanto, ciudadanos de todas las razas y varias nacionalidades mostraron un día más su reconocimiento por Madiba, dejando en la verja de la clínica globos, flores y dibujos y escritos con palabras de aliento.
Las manifestaciones de simpatía por Madiba se sucedieron también durante toda la jornada en el domicilio del estadista en Johannesburgo y en otros muchos puntos del país.
Nelson Mandela pasó 27 años en las cárceles del "apartheid" por su lucha contra el régimen racista impuesto por la minoría blanca hasta 1994, y en ellas contrajo la infección pulmonar, cuyas secuelas padece ahora.
Desde el pasado mes de diciembre, Madiba ha sido hospitalizado en cuatro ocasiones.
El también nobel de la Paz de 1993 fue elegido, un año después, como primer presidente negro de Sudáfrica en las primeras elecciones en las que todos los sudafricanos pudieron votar sin distinción de raza.
Su lucha y su apuesta por la reconciliación nacional y una transición pacífica, logradas tras cuatro décadas de dominio racista blanco, le valieron a Madiba el reconocimiento y la admiración del mundo.