El triunfo del No a los acuerdos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el plebiscito del 2 de octubre podría ser anulado como resultado de una investigación, anunciada ayer por el Consejo Nacional Electoral (CNE), sobre la campaña del uribismo contra los pactos con la guerrilla.

El presidente del CNE, Alexander Vega, dijo que “en caso de que se pruebe la afectación podría haber una causal de nulidad del plebiscito”.

Vega señaló que la investigación será en contra del gerente de la campaña del Centro Democrático, Juan Carlos Vélez, y de otros cuatro miembros del partido liderado por el expresidente Álvaro Uribe.

La indagación será por una presunta publicidad engañosa.

La principal prueba contra el Centro Democrático, principal promotor del No en el plebiscito, son las declaraciones de Juan Carlos Vélez, quien confesó en una entrevista con el diario La República que ese partido tergiversó mensajes y exacerbó la indignación de los colombianos para motivar un voto emocional de rechazo a los acuerdos de paz.

Vélez dijo que el mensaje que buscaron dar a los votantes fue la indignación. “Estábamos buscando que la gente saliera a votar berraca (enojada)”.

Diferentes organizaciones solicitaron -además- al Consejo Nacional Electoral repetir las votaciones en los departamentos de la costa caribe que el día del plebiscito fueron azotados por el huracán Matthew, lo que impidió a millones de sufragantes acudir a las urnas.

El organismo electoral no ha tomado aún una decisión definitiva sobre el particular.

Paralelamente, la Corte Constitucional dejó abiertas las puertas para resolver las controversias relacionadas con presuntos vicios de procedimiento en la convocatoria y en la realización del plebiscito, en el cual el No se impuso por un estrecho margen de apenas 0,43 puntos porcentuales.

En un auto con ponencia del magistrado Luis Ernesto Vargas, la Corte Constitucional señaló que esas controversias podrán dirimirse mediante trámites judiciales autónomos promovidos por ciudadanos inconformes, por lo que consideren irregularidades en la consulta.

La campaña negra

Una de las demandas presentadas ante el Consejo Nacional Electoral para anular el plebiscito “por las falsedades” del Centro Democrático sobre los acuerdos de paz fue firmada por más de 1.000 personas representadas por el abogado Jorge Molano, quien argumentó que las confesiones de Vélez en el diario La República constituyen “confesión sobre las maniobras engañosas de tergiversación, manipulación y miedo para dirigir al votante en determinado sentido”.

Según la demanda conocida por EL TELÉGRAFO, “las afirmaciones falsas, que fueron masivas y sistemáticas sobre el contenido de una iniciativa de participación, originan sanciones aplicables por el Consejo Nacional Electoral (CNE)”.

Molano solicitó al organismo electoral iniciar un proceso sancionatorio para los promotores del No del Centro Democrático, entre ellos Juan Carlos Vélez, “dadas las reiteradas afirmaciones falsas que fueron usadas durante la campaña del plebiscito”.

Además, pidió al CNE suspender cualquier gasto de financiación estatal, devolución o reposición de gastos y ordenar la devolución de dineros entregados a la campaña del No del Centro Democrático.

Los promotores del Sí también pidieron a la Fiscalía General investigar a Vélez, lo que fue acogido por el organismo judicial.

Los argumentos contra el Centro Democrático es que este partido ultraderechista tergiversó los acuerdos de paz para confundir y engañar a los votantes y motivarlos que votaran No en el plebiscito del 2 de octubre. Las falsedades están ampliamente documentadas.

Por ejemplo, aunque la Corte Penal Internacional (CPI) avaló el acuerdo de justicia que prevé penas alternativas para los jefes de las FARC, el uribismo sostuvo que quedarían “en la impunidad todos los delitos de lesa humanidad” cometidos por los comandantes guerrilleros.

Otras falsedades proclamadas en la campaña por el No era que estaba en riesgo la propiedad privada y que el acuerdo era un pacto entre Santos y el jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, para implantar el ‘castrochavismo’ en Colombia.

Durante la campaña, Uribe repitió que esa guerrilla es “un grupo terrorista”, el “mayor cartel de la cocaína del mundo” y el responsable casi único de todas las atrocidades de una guerra que ha dejado 220.000 muertos y casi 7’000.000 de víctimas.

Uribe siempre omitió mencionar a los otros protagonistas del conflicto armado que cometieron crímenes atroces.

Entre ellos, a los militares, que, solo por poner un ejemplo, ejecutaron al menos a 3.000 civiles durante el gobierno de Uribe (2002-2008) para presentarlos como bajas guerrilleras; y a los paramilitares, que son responsables de 1.166 masacres de civiles y 8.903 asesinatos selectivos y con quienes el expresidente hizo un polémico acuerdo de paz la década pasada.

Otro factor que influyó en la estrecha derrota del Sí es la alta abstención que se registró en los departamentos de la costa caribe colombiana por las lluvias e inundaciones que provocó el domingo 2 de octubre el huracán Matthew.

La abstención en esos departamentos fue de 75%, 12 puntos más alta que en los comicios presidenciales de 2014. Si la participación se hubiera mantenido igual que la pasada elección, de esa región hubiesen salido 418.000 votos más por el Sí, casi ocho veces de los que necesitaba esa opción para ganar. (I)

DATOS

El pasado 2 de octubre, Colombia, en una de las votaciones más trascendentales en su historia, dijo No al plebiscito por la paz. Aunque el Sí pasó el umbral de los 4’536.993 votos, no logró superar a la opción del No, por tanto, el proceso de paz acordado en La Habana entre el Gobierno y las FARC no fue refrendado.

La votación fue ajustada mostrando la marcada polarización del país. El No ganó con el 50,23% de los votos (6’424.385) contra el 49,76% (6’363.989), según la Registraduría Nacional.

Según el mapa electoral de la entidad, la Costa Caribe y Pacífica, Bogotá y los departamentos Guaviare, Vaupés y Guanía, apoyaron el Sí, mientras que el centro del país se decantó por el No.