Una mayoría de miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se pronunció ayer antes de una crucial votación, que al cierre de esta edición no se realizaba, a favor de exigir la dimisión del presidente de Siria, Bashar al Asad para poner fin a diez meses de violencia en aquel país, publicó el diario El País.

En el Consejo de Seguridad de la ONU, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, lideraba la presión occidental sobre Rusia para que apoye una iniciativa que detenga la represión en el país árabe, que según el organismo internacional ha dejado más de 5.000 muertos.

El Consejo de Seguridad  tenía  previsto votar una resolución elaborada por los países europeos y la Liga Árabe, que exigirá que Damasco cree un gobierno de unidad nacional.

Sin embargo,  esa propuesta tenía pocos visos de prosperar, dada la oposición de Rusia, que es miembro permanente del Consejo y que por tanto tiene poder de veto.

Mientras tanto, la oposición siria exhortó a la comunidad internacional a actuar contra las “masacres” y convocó a una jornada de duelo y cólera tras una nueva oleada de violencia con epicentro en la región de Homs que dejó el lunes casi 100 muertos y más de 20 ayer.

De gira en Oriente Medio, el secretario general de las Naciones Unidas,  Ban Ki-moon, calificó la violencia en Siria de “amenaza para la paz” y dijo esperar que la reunión del Consejo de Seguridad en Nueva York dé frutos rápidamente.

Un borrador del texto al que tuvo acceso ayer la AFP exige que el presidente sirio, Bashar al Asad, entregue el poder y se  forme  un gobierno de unidad que lleve adelante elecciones transparentes y libres remarcando  que no habrá intervención extranjera.

Pero Rusia, aliado de Damasco y con derecho de veto en ese organismo de las Naciones Unidas, reiteró su oposición. “No creo que la política de Rusia sea exigir a la gente que ceda el poder. Cambiar de régimen no es nuestra profesión”, enfatizó el canciller ruso Sergei Lavrov.

Según el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Guennadi Gatilov, esa iniciativa podría abrir el camino a una guerra civil.

El Ministerio de Relaciones Exteriores sirio afirmó que los agresivos comunicados estadounidenses y occidentales contra Siria están aumentando de manera escandalosa y culpó nuevamente de la violencia reciente a “grupos terroristas armados”.

Rusia y China -que acusaron a los países occidentales de abusar de los mandatos de las Naciones Unidas  en su intervención en Libia- vetaron en octubre un proyecto de resolución que condenaba al gobierno sirio. AFP