El Consejo de Seguridad aprobó ayer por unanimidad de sus quince miembros una resolución para el envío de un primer grupo de observadores de Naciones Unidas a Siria.

El documento autoriza el despliegue de una avanzada “de hasta treinta observadores desarmados” en ese país para empezar a monitorear el cese pleno de la violencia armada “en todas sus formas y por todas las partes”.

Además, precisa que en dependencia del mantenimiento sostenido de esa condición, el Consejo de Seguridad tiene la intención de establecer de manera inmediata una misión de supervisión.

La instalación de esos verificadores tendrá lugar “después de consultas entre el secretario general (de la ONU, Ban Ki-moon) y el gobierno sirio”, puntualiza el documento.

El objetivo será supervisar “el cese de la violencia armada en todas sus formas y por todas las partes y los aspectos relevantes del plan de seis puntos”, propuesto por el enviado especial de la ONU para Siria, Kofi Annan.