El Consejo de Guardianes de la Revolución de Irán difundió este martes la lista definitiva de candidatos aceptados para los novenos comicios legislativos, que se celebrarán el próximo 2 de marzo en la República Islámica, y que serán 3.444 de los 5.395 que se inscribieron inicialmente.

De los aspirantes inscritos al cierre del plazo, el pasado 30 de diciembre, 333 retiraron su candidatura y el Consejo de Guardianes, poderoso organismo religioso guiado por el líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, que tiene poder de veto sobre las decisiones políticas, ha admitido a cerca del 70 por ciento de los que quedaron, informó el Ministerio del Interior en su página web.

Según el citado Ministerio, en los comicios podrán votar 48,2 millones de ciudadanos mayores de 16 años, de una población total en el país que se calcula que alcanza algo más de 76 millones de habitantes.

La campaña electoral para estos comicios comenzará el próximo 23 de febrero y finalizará el 1 de marzo, la víspera de la jornada de votación, en la que los electores podrán emitir su sufragio en 47.000 colegios repartidos por todo el país.

El material electoral, entre el que se encuentran las urnas y sellos, ya ha sido remitido a las autoridades provinciales para su distribución a los colegios, agrega la información del Ministerio de Interior.

En estas elecciones, los partidarios de Jamenei, unidos en los frentes "principalistas", que representan a los más radicales defensores del régimen islámico y hostiles a Occidente, esperan copar la gran mayoría de los 290 escaños del Parlamento consultivo de Irán.

Los comicios son los más restringidos en los 33 años de la República Islámica, pues, dentro del propio régimen, son muy pocos los reformistas que se han presentado y también han quedado relegados muchos de los partidarios del presidente, Mahmud Ahmadineyad, a los que los principalistas califican de "desviacionistas".

En la intensa lucha por el poder que se desarrolla de cara a estas elecciones, que pueden marcar el futuro político del país, los principalistas han acusado al entorno de Ahmadineyad de desviarse de las rígidas normas religiosas del régimen, lo que ha llevado a decenas de partidarios del presidente a los tribunales y la cárcel.

De los reformistas, los líderes del Movimiento Verde, Mehdi Karrubi y Mir Husein Musavi, llevan más de un año en un rígido arresto domiciliario, prácticamente incomunicados, lo que ha llevado a sus partidarios a pedir el boicot a los comicios.

Otros reformistas, como el ex presidente Mohamad Jatamí, prácticamente marginado de la política, no han promovido el boicot, pero han considerado que no se dan las circunstancias para presentarse a unos comicios.

Para incrementar las restricciones a posibles candidatos, en estos comicios se exige un máster universitario para poder aspirar a un escaño, aunque los diputados que han pasado una legislatura completa de cuatro años en el Parlamento lo podrán convalidar.

Esto facilita la presencia de diputados veteranos, con una demostrada lealtad a Jamenei, y dificulta el acceso al legislativo a nuevos políticos, en especial de clases populares, lo que ha sido criticado por el sindicalista Ali Reza Mahyub, parlamentario y secretario general de la Casa de los Trabajadores.

Mahyub ha señalado que, con esta medida, menos un 1 por ciento de iraníes pueden presentarse a las elecciones y la ha considerado una discriminación económica.