Conmoción en Nueva York por espeluznante asesinato de niño
El comisionado de la Policía de Nueva York, Raymond Kelly, precisó que el hombre, identificado como Levi Aron, de 35 años, fue arrestado en el interior de su apartamento, en el barrio Kensington, en el distrito de Brooklyn, no muy lejos del lugar donde el menor había sido visto por última vez.
Aron fue acusado formalmente de un delito de asesinato en primer grado tras confesar la madrugada del martes ser el responsable de la muerte del menor Leiby Kletzky, según la Policía.
El comisionado policial, que se refirió a este caso como la "pesadilla de cualquier padre", explicó a periodistas que los agentes encontraron parte de los restos del cadáver descuartizado del niño en el interior de la nevera del departamento de Aron junto a varios cuchillos ensangrentados.
Horas más tarde los investigadores localizaron en un contenedor de basura del barrio de Sunset Park, a unos cuatro kilómetros de la vivienda del sospechoso, una maleta con restos humanos envueltos en bolsas de plástico que corresponderían al menor.
Según Kelly, el detenido habría dicho a los investigadores que al descubrir que la Policía estaba buscando al niño le entró un ataque de "pánico" y lo mató.
La Policía había iniciado la búsqueda del menor después de que su madre denunciara el pasado lunes su desaparición al detectar que el niño tardaba demasiado en volver de un curso de verano a no mucha distancia del domicilio familiar.
Los investigadores tuvieron acceso a imágenes de vídeo grabadas por cámaras de seguridad instaladas en la zona en las que se ve al menor acercándose al sospechoso para, según Kelly, pedirle ayuda para llegar a su casa porque se había perdido.
De momento se desconoce si el sospechoso abusó sexualmente del menor antes de matarlo, y según el New York Post, que cita fuentes cercanas a la investigación, Aron asfixió al niño con una toalla antes de descuartizarlo.
"Era un tipo raro", afirmó al Post un compañero de trabajo de Aron, quien detalló que el sospechoso se presentó el martes a trabajar con total normalidad. "Todavía no me lo puedo creer", añadió.
El asesinato del niño, recogido hoy en los principales periódicos de la ciudad, ha despertado una ola de indignación en Borough Park, el barrio donde vivía, que presumía hasta ahora de ser uno de los más seguros del distrito.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, aseguró que la muerte del menor propinó un duro golpe a los neoyorquinos y "como padre" dijo ser incapaz de imaginarse el "horrible" momento que atraviesa la familia Kletzky, a la que trasladó sus "profundas condolencias".
"No hay palabras suficientes para poder describir lo ocurrido en este caso", afirmó, por su parte, el legislador estatal demócrata Dov Hikind, quien dijo que los vecinos están "horrorizados" por una "tragedia" que no debería haber ocurrido.