El congresista no descarta postularse a la Presidencia de Perú en 2021
Conflicto entre hermanos Fujimori divide al partido
Los mensajes que Kenji Fujimori emitió desde Twitter en las últimas semanas le han valido una suspensión de 60 días en sus actividades como congresista de Perú.
El contenido de los mensajes ha sido visto por el Consejo de Disciplina de Fuerza Popular, partido político liderado por su hermana, Keiko, como atentatorio contra la unidad, fraternidad, y de las normas y valores que rigen la tienda partidista.
Cuando el 4 de julio pasado Fuerza Popular instaló este comité para evaluar la actuación de Kenji, ya se había puesto de manifiesto un malestar que, a vista de todos, aumenta cada día al interior del fujimorismo, la fuerza política que domina el Parlamento.
El malestar apuntaba a un distanciamiento evidente entre Kenji y Keiko, dos figuras políticas que, sin decirlo todavía, parecen competir por estar a la cabeza de su partido.
Kenji materializó esta fragmentación difundiendo, a través de la red social, mensajes en los que comparaba a la bancada fujimorista con soldados romanos, y en los que pedía, además, una urgente reestructuración del partido.
No eran mensajes inocentes. Hace algún tiempo el perfil del menor de los Fujimori crece en la esfera pública de Perú. Desde la segunda vuelta electoral, en la que además no se acercó a ejercer su voto, dando a entender claramente que no votaba por su hermana, Kenji ha ganado luces sobre su accionar.
Aparece de repente en la sierra hablando quechua y cosechando papas con los campesinos, o de repente como autor de una columna de opinión en la que exige un país para las diversidades, o en un programa de televisión mencionando su aspiración de ser presidente, o visitando al expresidente Ollanta Humala, preso por lavado de dinero.
Este volumen creciente de la presencia de Kenji tiene como caballo de batalla una condición esencial: la cercanía con su padre, Alberto Fujimori, expresidente condenado por delitos de lesa humanidad.
Según Ipsos, el exmandatario cuenta con el 60% de respaldo popular en su lucha por conseguir un indulto presidencial.
Basados en el artículo 21 de la normativa del partido, que sanciona actos de indisciplina, los fujimoristas votaron por la suspensión de Kenji: 44 a favor, 7 abstenciones y 0 en contra. Así el congresista no tendrá voz ni voto dentro del partido. (I)