Condenan a muerte a acusado por atentado de 2010 en India con 17 fallecidos
Un tribunal indio condenó a muerte al único arrestado por el atentado con bomba cometido en 2010 en una panadería en la localidad de Pune (oeste) en el que murieron 17 personas y otras 64 resultaron heridas, según fuentes judiciales.
La corte, ubicada en esa misma ciudad, había declarado culpable el pasado lunes al acusado, Mirza Himayat Baig, y hoy, al emitir el veredicto, justificó la condena en que se trata de un caso "extraordinario entre los extraordinarios".
Bajo esta condición se permite la aplicación de la pena de muerte a condenados por crímenes de especial virulencia en la India, donde tras ochos años sin ajusticiamientos por una moratoria no oficial a finales de 2012 se retomaron las ejecuciones.
El fiscal del caso, Raja Thakare, había detallado a los medios de comunicación locales que Baig, de 31 años, fue hallado culpable, de acuerdo con el Código Penal indio, de asesinato, conspiración, destrucción de la propiedad y otros crímenes.
El atentado -que según los investigadores fue planeado en Sri Lanka en 2008- ocurrió en febrero de 2010 en el establecimiento conocido como "La panadería alemana" (German Bakery), un lugar muy frecuentado por jóvenes indios y extranjeros residentes en Pune.
El veredicto contra Baig se fundamentó en el hallazgo en su vivienda en Udgir -a unos 400 kilómetros al oeste de Pune- de varios kilogramos de material explosivo y fotos de la panadería, y ha sido vinculado al grupo terrorista islámico Indian Mujahideen.
Según el diario local Hindustan Times, hay otros cinco implicados en el atentado -todos miembros de Indian Mujahideen- que se hallan prófugos, entre ellos Yasin Bhatkal, la persona que supuestamente colocó la bomba en el interior de la panadería.
Con esta sentencia, Mirza Himayat Baig se convierte en el primer miembro de Indian Mujahideen que es condenado a muerte, según el canal local NDTV.
El último atentado de envergadura en la India ocurrió el pasado mes de febrero en la ciudad meridional de Hyderabad, perpetrado también por Indian Mujahideen, cuando la explosión de dos bombas causó 17 muertos y 116 heridos.
La India suele ser escenario de atentados terroristas, muchos de ellos cometidos por grupos radicales islámicos, aunque también por hindúes y organizaciones de otro corte como la guerrilla maoísta en las zonas rurales o independentistas en el noreste tribal.