Condenan a menonitas acusados de violar a 150 mujeres
La justicia boliviana condenó a 25 años de prisión a siete menonitas acusados de violar a 150 mujeres de sus comunidades, a las que intoxicaron con sustancias que les provocaban letargo e indefensión, informó este viernes el abogado de las víctimas.
La sentencia fue dictada el jueves en una audiencia realizada en la cárcel de Palmasola de la ciudad de Santa Cruz, en el oriente de Bolivia, donde los menonitas están recluidos hace dos años.
El abogado Oswaldo Rivera, defensor de las víctimas, que tenían entre 9 y 50 años, dijo hoy a Efe que los siete fueron condenados "a 25 años de presidio sin derecho a indulto por violación agravada".
Un octavo menonita, proveedor de la sustancia obtenida de la planta belladona, fue condenado a 12,5 años de cárcel, una sentencia que será apelada por el abogado Rivera porque considera que este acusado tiene tanta responsabilidad como los acusados de violación.
El caso estalló hace dos años en la comunidad menonita cristiana de Manitoba, a unos 152 kilómetros al noreste de la ciudad boliviana de Santa Cruz, donde se denunciaron las múltiples violaciones.
Según el abogado, al juicio se presentaron como acusadoras casi 150 mujeres, entre ellas una niña que hoy tiene 11 años, pero cree que hay otras 150 mujeres que no se han animado a plantear las denuncias ante un juez para evitar la vergüenza.
Las violaciones se produjeron entre el 2008 y 2009 e inicialmente no fueron denunciadas porque las mujeres creían que los responsables eran sus parejas o eran víctimas de posesiones diabólicas.
Los menonitas son religiosos conservadores que rechazan cualquier tipo de indicio de modernidad en su vida, viajan en carretas impulsadas por caballos, sin ruedas de goma, generan la energía que usan con métodos sostenibles y tienen prohibido tener una carretera asfaltada cerca de su comunidad.
El abogado agregó que la cultura menonita defiende la llagada al matrimonio en virginidad por lo que es probable que las niñas y adolescentes violadas no puedan llegar después a casarse en sus comunidades.