El Consejo de Seguridad de la ONU ayer acordó reunirse para analizar el recrudecimiento de la represión del Gobierno sirio contra los manifestantes de la oposición, después de que el domingo murieran al menos 120 persones en el país árabe.

La presidencia del máximo órgano internacional de seguridad, que ostenta India, aceptó la petición de la delegación germana para celebrar consultas a puerta cerrada sobre la situación en Siria, informó un portavoz de la Misión de Alemania ante la ONU.

El embajador alemán, Peter Wittig, quien hasta el domingo ocupó la presidencia de turno del Consejo, pidió a los diplomáticos indios que convocaran con carácter de urgencia al máximo órgano ejecutivo de la ONU después de que Bachar Al Asad redoblara su campaña de represión y sacara los tanques en varias ciudades sirias.

La petición alemana -Egipto también se sumó a la exigencia- refleja la voluntad de los otros miembros de la Unión Europea (UE) que se sientan en el Consejo, principalmente los permanentes -Francia y Reino Unido-, de que el órgano condene  a Damasco tras varios intentos infructuosos en el seno de la ONU.

Hace dos meses los países de la UE que se sientan en el Consejo intentaron sacar adelante, apoyados por Estados Unidos, un proyecto de resolución de condena al régimen de Al Asad que quedó paralizado después de que China y Rusia amenazaran con ejercer el derecho a veto y de que India, Sudáfrica, Brasil y Líbano mostraran  su oposición.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó "firmemente el uso de la fuerza contra la población civil" y lanzó un nuevo llamamiento al Gobierno sirio para que "detenga su ofensiva violenta de una vez por todas", según un comunicado emitido por la oficina de su portavoz.

Ban también insistió al régimen de Al Asad que es "responsable bajo las leyes internacionales humanitarias de los actos de violencia que lleve a cabo contra la población civil".

También ayer Amnistía Internacional (AI) pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que "responda con urgencia" y sancione y denuncie a Siria ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por la violenta represión ejercida durante el fin de semana contra opositores en Hama y otras ciudades del país árabe. En la mañana del lunes se registraron 6 muertes más.