Comisión confirma a Mursi y Shafiq para segunda vuelta
La Comisión Electoral egipcia confirmó ayer que Mohamed Mursi, candidato de los Hermanos Musulmanes, y Ahmad Shafiq, un ex primer ministro de Hosni Mubarak, se enfrentarán en la segunda vuelta de la elección presidencial del 16 y 17 de junio.
"Ninguno de los candidatos obtuvo la mayoría absoluta. Por consiguiente, conforme al artículo 40 de la ley sobre la elección presidencial, habrá una segunda vuelta entre Mursi y Shafiq (...), que sumaron la mayor cantidad de votos" en la primera ronda del 23 y 24 de mayo, anunció Faruq Soltan, presidente de la Comisión.
Soltan precisó que Mursi obtuvo 5’764.952 votos y Shafiq 5’505.327. La participación alcanzó el 46% del padrón electoral, es decir 23,6 millones de electores de un total de 51 millones de personas habilitadas a votar.
El nacionalista árabe Hamdin Sabahi terminó en tercer lugar, con un poco más de 4,8 millones de votos. Le siguen el islamista moderado Abdel Moneim Abul Futuh, con 4 millones de votos, y el ex ministro de Relaciones Exteriores, Amr Musa, con más de 2,5 millones.
En total 13 candidatos estaban en liza en los primeros comicios presidenciales organizados desde la caída de Hosni Mubarak en febrero de 2011.
Mursi se benefició en esta primera etapa de la poderosa red de su cofradía, gracias a la cual los Hermanos Musulmanes ya controlan casi la mitad de los escaños de la Cámara Baja.
Shafiq, ex primer ministro de Hosni Mubarak y ex jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, es acusado por sus adversarios de ser el candidato de los militares que dirigen el país desde que Mubarak dejó el poder. Hizo campaña abogando por un regreso a la estabilidad luego de 15 meses de transición tumultuosa.
El ex primer ministro es investigado por supuestamente haber malgastado dinero público cuando era jefe de la Asamblea de Pilotos durante el mandato de Mubarak.
La segunda vuelta entre estos dos candidatos representa un complejo dilema para aquellos que desconfían tanto de un Gobierno islamista como de un regreso de la autocracia secular respaldada por el Ejército.