Colombia está en vilo por indagatoria a Uribe
El expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) está citado hoy a una indagatoria en la Corte Suprema de Justicia por un proceso abierto en su contra por presunto fraude procesal y soborno de testigos, caso que tiene en vilo al país por el impacto que puede tener en la política nacional.
Uribe, cuya figura divide a los colombianos entre quienes lo idolatran y quienes lo odian, tiene más de medio centenar de procesos abiertos por diferentes delitos, en su mayoría por supuestos vínculos con paramilitares y complicidad con masacres, pero irá a indagatoria por uno que puede ser considerado el menos grave de todos.
Se trata de una demanda que presentó el propio Uribe hace cinco años contra su antagonista, el senador Iván Cepeda, del partido de izquierdas Polo Democrático Alternativo, al que acusó de buscar exparamilitares en las cárceles para usarlos como falsos testigos.
Esto con el fin de que declararan en su contra, específicamente de haber fundado el Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Todo comenzó con un debate que Cepeda hizo a Uribe en el Congreso el 17 de septiembre de 2014 en el que acusó al expresidente de tener vínculos con grupos paramilitares y con narcotraficantes, por lo que Uribe decidió procesarlo.
La demanda se convirtió en un bumerán para el líder y senador del partido Centro Democrático, hoy en el Gobierno, ya que el magistrado José Luis Barceló no solo archivó el caso contra Cepeda sino que decidió abrir una investigación a Uribe por supuesta manipulación de testigos contra el senador de izquierdas.
De esta forma Uribe es el primer exmandatario que responde a un proceso penal en la Corte Suprema por tener fuero de senador.
Los testigos de uno y otro son -en su mayoría- exparamilitares presos y condenados, quienes han dado distintas declaraciones, algunas de las cuales se han retractado, en las que afirman haber recibido dinero o promesas de ayuda a cambio de declarar a favor o en contra de Uribe.
Entre ellos está el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, que hizo parte del Bloque Metro, que operaba en la zona de Medellín, y quien paga una condena de 40 años en la cárcel bogotana de La Picota.
Monsalve aseguró a Cepeda que en Guacharacas, una hacienda que fue propiedad de la familia de Uribe en el departamento de Antioquia (noroeste), se planearon matanzas que luego cometieron esos escuadrones, lo que ha sido negado por el expresidente.
El preso redactó después una carta en la que se retractaba de lo dicho y la hizo llegar a la Corte Suprema de Justicia, en la que al final anotó que lo hacía “bajo presión”.
Como supuesto responsable de la maniobra de retractación aparece el abogado penalista Diego Cadena, conocido por defender a narcotraficantes y señalado de haber visitado cárceles para convencer a exparamilitares presos, entre ellos Monsalve, de que declararan a favor de Uribe.
Por si fuera poco, a finales de septiembre el periodista Daniel Coronell, director de noticias de Univisión y crítico de Uribe, publicó en su columna de la revista Semana una información según la cual la Corte Suprema y la Fiscalía tienen en su poder la grabación de una comprometedora llamada telefónica del abogado Cadena con su hermano Álvaro, referente a él.
En la llamada, Cadena, usando un vocabulario soez, le dice a su hermano que hay que “hacerle una fiesta” a Coronell, que “tiene un fetiche (...) con Uribe”, por sus constantes denuncias sobre el expresidente.
La decisión que tome la Corte, que incluso podría ordenar la detención preventiva de Uribe, tiene a los colombianos más divididos que nunca y podría alterar el balance político del país a escasos 20 días de las elecciones para alcaldes y gobernadores. (I)