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Las etnias colombianas caminaron con un bastón de chonta por la paz

Colombia reclama por el fin del conflicto armado

Tanto el presidente Santos (i), como el alcalde de Bogotá, Petro, encendieron la ‘llama por la paz’. Foto: AFP
Tanto el presidente Santos (i), como el alcalde de Bogotá, Petro, encendieron la ‘llama por la paz’. Foto: AFP
10 de abril de 2015 - 00:00 - Gustavo Veloza, corresponsal en Bogotá

Con una marcha multitudinaria en las principales ciudades del país, Colombia volvió a llamar la atención del mundo sobre la importancia de acabar con el conflicto armado que soporta desde hace 50 años.

Desde políticos, amas de casa, jóvenes, viejos, desempleados, inválidos, exguerrilleros, campesinos, la mayor parte víctimas de la guerra, salieron a las calles de las ciudades para conmemorar el 9 de abril, que por ley y desde el 2011, estableció como el día de las víctimas.

La marcha por la paz y conmemoración del"Día de la memoria y la solidaridad con las víctimas"fue presidida por elpresidente Juan Manuel Santos y por el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro.

En el primer evento del día, Santos presentó una ofrenda floral por los caídos en el marco del conflicto armado, acompañado de su esposa, María Clemencia Rodríguez, y de miembros de su gabinete como elministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón,y el de Hacienda, Mauricio Cárdenas.

"Hoy estamos conmemorando a las víctimas de esta absurda guerra en la que nos hemos enfrascado durante 50 años o más, y que por fin estamos viendo la posibilidad de una paz", dijo Santos tras la ofrenda floral, en referencia a los avances en los diálogos de paz.

El mandatario inició luego una primera etapa de la marcha por las calles de la capital para dirigirse a un terreno en el centro de la ciudad y colocar -junto al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro- la primera piedra de unmuseo en honor a las víctimas del conflicto. También con Petro, Santos encendió una "llama por la paz", en compañía de líderes sociales y víctimas.

Mensajes claves

Miles de personas que se congregaron desde temprano en las calles de Bogotá, muchas de ellas vestidas de blanco o con carteles alusivos a la paz, marcharon junto a Petro y otros líderes de izquierda.

Para el politólogo Bernardo Ramírez, esta clase de marchas, “son positivas para el país porque mandan un mensaje importante, sobre todo ahora que el Gobierno y las Farc están en camino de culminar con éxito los diálogos de paz”.

Para el investigador, también estos eventos sirven para que miles de colombianos que han resultado afectados por el conflicto armado, salgan como una sola voz para que sean tenidos en cuenta por la sociedad.

Por su parte, el dirigente de izquierda, Rodrigo Hinestroza, señaló que “este día es para la paz pero también para que la sociedad se dé cuenta que debe atender a las víctimas. Precisamente, parte de esa reparación, contemplada en la Ley de Víctimas, es la celebración de un día en homenaje a ellas cada 9 de abril. Más que una conmemoración, esta fecha se ha convertido en la oportunidad para hacer visible la enorme tarea que queda por delante, con marchas y protestas.

Los indígenas

Este respaldo está acompañado de propuestas y exigencias políticas. “Con nosotros cuentan para la paz nunca para la guerra”, dijo enérgico Luis Fernando Arias, consejero mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), una de las convocantes y quienes encabezaron la marcha en Bogotá.

Nasas, huitotos, wayuus, pijaos, muiscas y emberas, entre otros indígenas, marcharon con un solo bastón por la paz: un palo de chonta de seis metros con los colores del movimiento indígena, el cual sembraron en el Centro Distrital de Memoria.

“Nuestros territorios han sido los escenarios de la confrontación. No queremos ni una víctima más. El propósito de esta marcha es una apuesta para que haya un cese del fuego bilateral y se inicien de una buena vez las negociaciones con el Eln”, aseguró Arias.

Asimismo, las banderas de la Marcha Patriótica, se hicieron notar: “nosotros salimos con tres grandes banderas: un cese bilateral del fuego, transformaciones sociales, como garantías políticas y menos desigualdad en el campo, y la tercera y central, la necesidad de una asamblea nacional constituyente, porque está claro que con la actual institucionalidad del país, sobre todo ante los escándalos de la Rama Judicial, no vamos a poder construir la sociedad del posacuerdo”, afirmó David Flórez, vocero de Marcha Patriótica. Tales ideas han sido respaldadas plenamente por Piedad Córdoba y el Distrito, de acuerdo con Ana Teresa Bernal, alta consejera distrital para los derechos de las víctimas.

Las víctimas

Colombia tiene siete millones de víctimas del conflicto armado, casi todas ellas desplazados, y el número sigue creciendo. Aunque el gobierno ha establecido un ambicioso programa de reparaciones administrativas, colectivas e individuales, simbólicas y económicas; y se ha creado todo un sistema de reparación de tierras, la gran mayoría de quienes han sufrido las secuelas de la guerra sienten que aún no se han restaurado sus derechos completamente.

Por lo menos 400.000 personas han recibido algún tipo de reparación, pero la principal crítica que hacen es que ésta no ha sido integral. Igual sinsabor ha dejado la reparación por vía judicial, que es lenta y tortuosa.

Más allá de todo, este año la conmemoración renueva un profundo convencimiento: la mayor y más efectiva reparación a los dolientes de la guerra es el fin negociado de las confrontaciones armadas. (I)

No habrá proceso de revocatoria del alcalde Petro

A Gustavo Petro le queda solo un año de gobierno, motivo por el que los magistrados de la Corte Constitucional de Colombia tumbaron ayer el proceso de revocatoria sobre el alcalde de Bogotá.

El mismo tribunal, el 17 de marzo, reanudó el proceso de revocatoria, ya que en 2013 la Registraduría certificó el cumplimiento de requisitos legales para convocar su revocatoria mediante la aprobación de 355.353 firmas que apoyaron la medida.

Los togados cambiaron su decisión ya que a los mandatarios locales y regionales elegidos popularmente no se les puede derogar su administración en el último año de ejercicio.

La decisión trae tranquilidad al Gobierno Nacional que se había manifestado contra la revocatoria por los altos costos en los que tendría que incurrir el Estado y por la cercanía de las elecciones de alcaldes y gobernadores. De haberse realizado, la jornada habría costado aproximadamente 40.000 millones de pesos. (I)

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