El presidente Juan Manuel Santos anunció el viernes que Colombia mantendrá su plan contra los cultivos ilegales, tras una protesta de campesinos cocaleros que deja seis muertos y 19 heridos en una zona fronteriza con Ecuador.

Mientras el ejército y la policía culpan de la violencia a guerrilleros disidentes de las FARC que se apartaron del proceso de paz, las comunidades campesinas denuncian que uniformados abrieron fuego el jueves contra los manifestantes que rechazaban la erradicación forzosa de los sembradíos de la materia prima de la cocaína.

Un balance inicial daba cuenta de cuatro fallecidos, pero según Santos en el confuso episodio "hay seis muertos y cerca de 19 heridos".

Al lamentar y condenar lo sucedido, Santos apoyó las investigaciones para esclarecer responsabilidades, pero ratificó que el gobierno seguirá con su estrategia contra las drogas que combina los acuerdos de sustitución voluntaria con la erradicación forzosa de cultivos.

"No vamos a permitir que ninguna organización criminal frustre una política que debe ser una política exitosa (...), recuperar la legalidad en todo el territorio nacional y de sustituir los cultivos de coca por cultivos lícitos", dijo el mandatario en una declaración a la prensa en la casa de gobierno.

La protesta de los campesinos se realizó en una zona rural del municipio de Tumaco, en el departamento de Nariño, donde se concentra la mayor cantidad de hectáreas sembradas de coca en Colombia, principal exportador mundial de cocaína. (I)