Con la pérdida de la alcaldía de Bogotá, que es el segundo cargo en importancia en el país, los partidos de izquierda sufrieron un retroceso significativo en las elecciones regionales.

En la capital colombiana, el candidato Enrique Peñalosa, que estuvo apoyado por partidos de centro derecha, se hizo al triunfo por delante de su más cercano rival, Rafael Pardo, quien representó al Partido de la U, del presidente Juan Manuel Santos.

La candidata del Polo Democrático, Clara López, apenas pudo alcanzar la tercera plaza en una elecciones reñidas, pero en medio de un abstencionismo cercano al 50 por ciento.

Con ello se acaban 12 años de gobierno de los partidos de izquierda en Bogotá, cuyo último representante, Gustavo Petro, culminará su periodo de 4 años el próximo 31 de diciembre.

"Nuestro gobierno será de todos los ciudadanos, sin exclusiones", dijo Peñalosa al celebrar su victoria con 33,10% de los votos.

"Vamos a recuperar la autoestima", prometió sobre una urbe de ocho millones de habitantes en la que la movilidad y la seguridad personal son los principales retos.

Mientras tanto en otras ciudades y regiones del país, los candidatos de los partidos de centro y de derecha acapararon las gobernaciones y alcaldías.

En la segunda ciudad de Colombia, Medellín, Uribe perdió en lo que es considerado como su feudo. Su candidato Juan Carlos Vélez recogió el 34,35%, frente Federico Gutiérrez, candidato de centro, ganador con 35,68%.

En Cali (oeste), tercera ciudad colombiana, el empresario Maurice Armitage ganó con el 38,77%, dejando en tercer lugar al exvicepresidente Angelino Garzón con 21,34%.

Las elecciones regionales se celebraron en medio de denunciar de corrupción, de traslado de votos y de electores,  pero sin problemas de orden público.

El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, dijo que al cierre de las votaciones en el país, el balance es positivo ya que que han sido "las elecciones más pacíficas y seguras".

Destacó que solo hubo cuatro incidentes de alguna magnitud y lamentó la muerte de un soldado en enfrentamientos con el ELN en Anorí (Antioquia). Otro incidente se registraron en Saladoblanco en el Huila, donde hubo enfrentamientos entre partidarios de aspirantes de Cambio Radical y Partido Conservador.

El otro fue el de Lejanías (Meta) donde hubo una toma del puesto de votación por parte de seguidores de un candidato. En ambo casos se recuperó la normalidad.

Por su parte, la Procuraduría General de la Nación reveló que fueron presentadas un total de 104 denuncias por posibles delitos e irregularidades de tipo electoral en el todo el país.

Explicando para ellos que las principales quejas fueron por presunta participación indebida en política de funcionarios públicos, compra de votos, constreñimiento y publicidad indebida de candidatos.

Estos comicios fueron los primeros regionales desde el inicio en noviembre de 2012 de las negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor y más antigua guerrilla del país.

Para estas elecciones se postularon 113.426 candidatos, de los cuales 155 aspiraban a gobernaciones, 4.636 a alcaldías, 90.595 a concejos municipales, 3.448 a asambleas departamentales y 14.592 a juntas administradoras locales. (I)