Colombia expectante ante cita Santos-Uribe para hablar de paz con las FARC
Colombia aguarda expectante la cita entre el presidente Juan Manuel Santos y su predecesor y feroz opositor, Álvaro Uribe, quienes se verán luego de más de cinco años tras el inesperado rechazo en las urnas del acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC.
La reunión entre el jefe de Estado, artífice de los diálogos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y el líder del "No" al pacto con esa guerrilla marxista, sorpresivo ganador en el plebiscito del domingo, será a las 11H30 locales (16H30 GMT) en la presidencial Casa de Nariño.
"Se trata de buscar los comunes denominadores, cuáles son sus preocupaciones, cuáles son sus observaciones", dijo el mandatario al "celebrar" ante periodistas este encuentro con miras a encaminar la solución a más de medio siglo de conflicto armado en el país.
El objetivo es "ver si podemos introducir, a través del diálogo, las observaciones en ese gran acuerdo nacional que nos permita continuar en la búsqueda de la paz", añadió el mandatario, quien tras el revés electoral declaró que perseverará "hasta el último día de su mandato" en 2018 en su cruzada por la pacificación.
Antes de verse con Uribe, Santos se reunió con el expresidente Andrés Pastrana (1998-2002), el otro gran promotor del "No" al pacto con las FARC, que cosechó 50,21% de los votos frente al 49,78% del "Sí", dejando un país polarizado y sembrando dudas sobre el acuerdo sellado el 26 de septiembre con la principal y más antigua guerrilla del país.
"No podemos prolongar este diálogo por mucho tiempo, porque estamos en una zona gris, en una especie de limbo que es muy peligroso y muy riesgoso, que puede echar al traste todo el proceso", declaró Santos el martes sobre el destino de lo acordado en Cuba tras casi cuatro años de arduas negociaciones con fuerte respaldo de la comunidad internacional.
Uribe dio "un mensaje a los del 'Sí'" antes de dirigirse a la crucial cita con Santos, quien fuera su ministro de Defensa durante la mayor ofensiva contra las FARC y a quien considera un "traidor" por haber promovido el diálogo con la guerrilla.
"Colombia tiene hoy la posibilidad de construir una paz que vincule a todos los ciudadanos de la patria", enfatizó el actual senador y jefe del derechista Centro Democrático, quien ha cuestionado fuertemente el acuerdo con las FARC por considerar que dará "impunidad" a los guerrilleros y encaminará al país al "castrochavismo", en referencia a los gobiernos de Cuba y Venezuela.
"¿Continúa la guerra?"
Las FARC reiteraron este miércoles su voluntad de acabar con el conflicto. "Las @FARC_EPueblo mantienen su voluntad de paz. El futuro de Colombia no puede ser la guerra", indicó la guerrilla en su cuenta en Twitter.
A pesar del triunfo del "No", ambas partes confirmaron su intención de mantener el cese al fuego. Pero el martes, empeñado en buscar una solución con celeridad, el presidente puso el martes plazo hasta el 31 de octubre al cese al fuego que rige con las FARC desde el 29 de agosto, cinco días después de que las partes alcanzaran consenso definitivo.
"¿De ahí para adelante continúa la guerra?", tuiteó el martes el jefe supremo de las FARC, Rodrigo Londoño (Timochenko) desde La Habana, adonde regresó tras la firma del acuerdo en Cartagena.
Otro líder guerrillero, Pastor Alape, llamó a las tropas rebeldes a "empezar a moverse a posiciones seguras para evitar provocaciones" de "quienes se oponen al acuerdo de paz".
"Tenemos mucha esperanza, mucha ilusión de que estos diálogos permitan construir el camino de la paz en Colombia", dijo el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.
Muchos afirman que la verdadera paz en Colombia llegará cuando Santos y Uribe hagan las paces. Consultado sobre este tema por la AFP meses atrás, el presidente respondió cuánto anhelaba eso.
"Eso quisiera. Yo no soy el que pelea con él, es él quien pelea conmigo. Si usted me invita a tomar un café con él esta misma tarde, yo voy gustoso. Pero le aseguro que es él el que le dice que no", dijo.
Colombia vive un conflicto armado que ha enfrentado durante más de 50 años a guerrillas, paramilitares y la fuerza pública, con un saldo de unos 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados. (I)