En la Capilla del Hombre se esperaba a 200 invitados y 130 periodistas
Colectivos llegaron ayer a Quito desde Colombia para apoyar el proceso de paz
Sin conocer de la negociación en Bogotá para la liberación de rehenes en manos del ELN, hasta los exteriores de la Capilla del Hombre, en Quito, llegaban ayer grupos de activistas para pedir por la paz.
Luis Eduardo Celiz, de la Fundación Paz y Reconciliación, arribó desde Bogotá para dar seguimiento a las negociaciones. Reiteró que hay optimismo entre los colombianos por alcanzar el proceso de paz, sin importar si aquello toma unos días más, ante la incertidumbre que había en torno a la realización del evento inaugural.
Al norte de la capital ecuatoriana también llegaron 34 mujeres de la organización ‘Ruta Pacífica Mujeres Gestoras de la Paz Putumayo’. Viajaron toda la noche para impulsar el proceso de negociación y, por cuestiones económicas, preveían retornar por la noche.
Lola Camayo, vocera del colectivo, tenía la esperanza de exponer su experiencia ante la delegación gubernamental y de los líderes de la guerrilla.
Su compañera, Sara Fernández, indicó que la organización agrupa a 2.000 mujeres de la región, azotada por la violencia, que han sido directamente afectadas por la guerra interna, y que, incluso, han cuidado de hijos heridos o han perdido a sus esposos.
El Colectivo Voces Por la Paz, que acoge a colombianos residentes en Ecuador con la participación de artistas e intelectuales ecuatorianos, elaboró un manifiesto de 6 puntos, entre los que destacan la voluntad de paz del Gobierno colombiano y el ELN; la voluntad de Ecuador de apoyar los diálogos por la paz; y solicitan a las partes que las conversaciones contribuyan con resolver y sepultar las causas que motivaron esa guerra interna.
El documento, de tres páginas, también plantea el desarrollo de actividades permanentes para apoyar la salida del conflicto y se comprometen a observar el proceso, que debe incluir la reparación de los daños y la erradicación de la violencia.
Juan Camilo Molina, vocero del colectivo ciudadano, indicó que los desplazados por la guerra que ingresaron al país bordearían los 180.000, de los cuales 60.000 ya cuentan con el estatus de refugiados. “Es necesario que la paz de Colombia se reconozca y valore como la paz de la región, que es una garantía para la seguridad regional”.
Pero pasado el mediodía, el presidente Juan Manuel Santos confirmaba la suspensión del viaje a Quito del equipo negociador para instalar las mesas de diálogo con la guerrilla, hasta que se libere al político chocoano Odín Sánchez.
Ante ello, la Cancillería ecuatoriana suspendió el acto preparado para las 17:00. “El desarrollo del diálogo entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional es una decisión de ambas partes. Ecuador está listo para acoger el proceso de diálogo en cualquier momento, siempre y cuando cuente con la voluntad de las partes”, informó. (I)