El primer ministro griego, el conservador Andonis Samarás, logró ayer un acuerdo de principios sobre el nuevo plan de medidas de ahorro con sus socios de gobierno, los socialdemócratas del Pasok y los centroizquierdistas de Dimar.

“Hubo acuerdo en los puntos básicos de las medidas”, anunció en Atenas el líder de Dimar, Fotis Kuvelis, al salir de la reunión de los tres socios de la coalición, que se prolongó más de dos horas y media.

Reconoció que “la negociación continúa en una serie de temas”, ya que los socios progresistas del gobierno, en especial Dimar, insisten en lograr de la troika internacional una extensión de dos años de los plazos para aplicar los recortes, de manera que se extiendan hasta 2016 y no hasta 2014 como pretende la troika.

De acuerdo a fuentes del Ministerio de Finanzas, el paquete de medidas de ahorro asciende a unos 13.500 millones de euros, de los cuales 2.000 millones provendrán de nuevas recaudaciones y el resto de recortes presupuestarios.

Algunos medios griegos han apuntado, sin embargo, que la mezcla podría ser ligeramente diferente, con 10.500 millones de recortes y 3.000 millones de ingresos.

Grecia debe aprobar esta nueva ronda de recortes para que sus socios europeos accedan a conceder un nuevo tramo de la ayuda financiera pactada la pasada primavera.

Las nuevas medidas han causado este mes varias manifestaciones y huelgas de diferentes sectores del país, como el de los médicos, los abogados o los profesores.

La protesta llegó incluso al ministerio de Finanzas, donde el personal inició ayer una huelga de dos días contra los recortes salariales previstos.

Más de 50.000 personas se manifestaron contra el nuevo plan el miércoles en el país, en una huelga general de 24 horas, en la que se registraron violentos enfrentamientos con policías.