Cifra de refugiados sirios en Turquía bordea los 7.000
La cantidad de refugiados sirios que huyen de la represión en su país se ha intensificado durante las últimas 24 horas hasta llegar a las 6.817 personas en el sur de Turquía, informó ayer la agencia de prensa semioficial Anatolia.
El domingo, la misma fuente afirmó que había 5.051 refugiados en Turquía. Desde el comienzo de la semana pasada, diariamente llegan cientos de sirios a la provincia fronteriza de Hatay para huir de la represión de las tropas del presidente sirio, Bashar al Asad. Proceden sobre todo de la ciudad de Jisr al Shughur, a unos 40 km de Turquía, donde las fuerzas sirias entraron el domingo para expulsar a los grupos armados, según la versión oficial.
Mientras tanto, el Ejército sirio tomó el control por la fuerza de Jisr al Shughur, en el noroeste del país, pese a las advertencias de la comunidad internacional por la brutal e incesante represión para aplastar la revuelta contra el presidente Bashar al Asad. Las divisiones del Ejército se encuentran en Jisr al Shughur, se escucharon disparos intermitentes en los pueblos aledaños, afirmó un activista de los derechos humanos a la AFP.
Las autoridades, en un intento de sofocar la insurrección, tomaron el control de la ciudad de la gobernación de Idleb, el domingo en la noche, mediante una operación militar de gran envergadura lanzada el viernes. Anunciaron que perseguían a los grupos terroristas armados en las montañas.
Los refugiados sirios en Turquía cuentan lo que vieron y vivieron, con testimonios que corroboran las tesis de los opositores y militantes que acusan al régimen de inventar historias de grupos armados que siembran el caos en el país para justificar su represión.
“Los soldados (sirios) están divididos. Cuatro tanques hicieron defección y los tanques comenzaron a dispararse los unos a los otros”, explicó Abdulá, nombre ficticio, de un sirio de 35 años que se encontraba en Jisr al Shughur, desde donde logró entrar clandestinamente en Turquía en busca de comida.
“ Las tropas primero rodearon la ciudad con tanques y comenzaron a disparar desde el exterior (...) Entraron, habían dicho que había hombres armados en el interior, pero no había nadie. La ciudad estaba vacía”, relató el testigo. La televisión mostró imágenes de los cuerpos retirados de una fosa común hallada el domingo en Jisr al Shughur. Los cadáveres, según ella, son de agentes muertos durante el ataque al cuartel general de la seguridad, el 6 de junio.
Damasco asegura que, ese día, 120 policías resultaron muertos por grupos armados, de los cuales 82 en el cuartel general. Pero opositores y testigos ponen en entredicho la versión oficial y afirman que los policías perdieron la vida en un motín.
Paralelamente, la Casa Blanca condenó ayer la violencia en Siria y renovó su llamado al presidente Bashar al Asad para que lidere una transición política o abandone el poder, tras la fuerte represión sobre una de las ciudades rebeldes.
“Hemos solicitado al presidente Asad que cese la violencia. Condenamos fuertemente de la manera más firme posible la violencia que está siendo perpetrada en Siria”, enfatizó el vocero Jay Carney.
“El presidente Asad necesita entablar un diálogo político. Hace falta una transición. Si el presidente Asad no lidera esa transición entonces él debería hacerse a un lado”, aseguró Carney a bordo del Air Force One.
Países europeos, por su parte, intensificaron ayer su campaña para que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condene la represión de las protestas opositoras en Siria, con un embajador que afirma que la demora para reaccionar está costando cientos de vidas.
El ministro de asuntos exteriores de Siria envió una misiva a Estados Unidos señalando que la propuesta de los países europeos es un intento de “desestabilizar” su país. Rusia y China se oponen fuertemente a la resolución propuesta por Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal en contra del presidente Bashar al Asad.
Los europeos, con apoyo de Estados Unidos, han puesto sus fuerzas de lobby en Brasil, Sudáfrica e India, países que han mostrado fuertes reservas en este tema.