Científicos hablan de la formación del próximo supercontinente
La fuerte atracción hacia el polo norte provocará dentro de millones de años la fusión de América y Asia dando lugar a Amasia, el nombre con el que científicos estadounidenses han bautizado al que creen que será el próximo supercontinente de la historia.
Según sus cálculos, esta gran masa de tierra llegará a formarse dentro de entre 50 y 200 millones de años, de acuerdo con una investigación publicada en la revista británica "Nature".
Así, ambos continentes se unirán por el polo norte, mediante una cordillera montañosa que permitirá cruzar de Alaska a Siberia y viceversa, de acuerdo con expertos de la Facultad de Geología y Geofísica de la Universidad de Yale (EEUU).
América permanecerá situada sobre el anillo de fuego del Pacífico, una zona de intensa actividad sísmica y volcánica, pero su orografía cambiará radicalmente porque la atracción hacia el Polo fusionará América del Sur con el Norte.
Este desplazamiento provocará a su vez la desaparición del océano Ártico y del mar Caribe, según explicó a Efe Ross Mitchell, geólogo de Yale y uno de los autores del artículo.
Han pasado alrededor de 1.800 millones de años desde que se formó el primer supercontinente, Nuna, al que siguieron Rodinia y Pangea, última gran masa de tierra con centro en el África actual y que con el tiempo y la acción de las placas tectónicas conformó los continentes actuales.
El estudio del magnetismo de las rocas de entonces ha servido en el presente al equipo de Mitchell para determinar la distancia que existió entre uno y otro y estimar dónde se situaría Amasia, cuyo centro localizan en algún punto del actual océano Ártico, a noventa grados de distancia del centro del supercontinente anterior, Pangea.
Esta teoría, a la que han denominado ortoversión, desafía los dos modelos tradicionales defendidos hasta el momento para predecir la evolución de las masas terrestres, según detalló Mitchell.
De estas dos últimas hipótesis, una sugiere que la próxima gran masa continental se formará sobre la región en la que existió el supercontinente anterior (introversión), y la otra, todo lo contrario, defiende que será en un punto opuesto a donde se encontraba su predecesora (extroversión).
De esta forma, los partidarios de la introversión localizan el centro del próximo supercontinente en África, mientras que los defensores del modelo de extroversión lo sitúan en el océano Pacífico, en algún punto entre las islas de Hawaii, Fiji y Samoa.
Según estos modelos, la unión se produciría a través del océano Atlántico o del Pacífico respectivamente, mientras que el modelo de Mitchell se decanta por una unión a través del Ártico.