China flexibiliza sus medidas de cuarentena, tras varios meses de estrictos confinamientos de hasta 21 días, que paralizaron ciudades enteras con la molestia de miles de ciudadanos. Esto significa la reducción de dos días de cuarentena para los contactos cercanos de personas infectadas y para los viajeros entrantes, además de la eliminación de una multa para las aerolíneas por traer demasiados casos.

La flexibilización de las reglas se dan un día después, de que el presidente Xi Jinping dirigiera su nuevo Comité Permanente del Politburó en una reunión sobre el COVID, animó a los ciudadanos, aunque las medidas son graduales y que la reapertura probablemente aún queda muy lejos.

Según las nuevas reglas, los tiempos de cuarentena centralizados para contactos cercanos y viajeros del extranjero se redujeron de siete a cinco días. Se mantiene el requisito de tres días más de aislamiento domiciliario después de la cuarentena centralizada.

China también dejará de intentar identificar contactos "secundarios", una gran molestia para los residentes de las ciudades que se ven atrapados en los amplios esfuerzos de rastreo de contactos cuando se encuentra un caso, mientras sigue identificando contactos cercanos. "Optimizar y ajustar las medidas de prevención y control no es relajar la prevención y el control y mucho menos abrir y 'tumbarse', sino adaptarse a la nueva situación de prevención y control epidémico y a las nuevas características de la mutación", dijo La Comisión Nacional de Salud.

El yuan cuya moneda se cotiza a 0,14 centavos de dólar, extendió sus ganancias a un máximo de siete semanas después de la noticia. La flexibilización de las reglas se produce incluso cuando el número de casos en China aumenta a su nivel más alto desde abril, con Beijing y la ciudad de Zhengzhou registró cifras récord  y varias ciudades ampliaron los bloqueos localizados."

Algunas interpretaciones son demasiado optimistas", dijo Bruce Pang, economista jefe de Jones Lang Lasalle. “La política de COVID solo se afinará en el corto plazo, con el enfoque cambiando entre eliminar casos y tomar medidas más precisas”, dijo.

La noticia fue recibida con entusiasmo y cautela entre los ciudadanos chinos, con casi tres años de restricciones, que están cobrando un precio cada vez mayor en la segunda economía más grande del mundo.