Las autoridades de Beijing han detenido formalmente a un prominente hombre de negocios chino, Wang Gongquan, que dirigió sus energías y riqueza a apoyar causas de derechos humanos, confirmó ayer su abogado, Chen Youxi.   

La detención del empresario marcó un paso más en la unidad del Partido Comunista para disuadir a la disidencia, dijeron los partidarios, y la notificación de la decisión llegó un día antes de que China defienda su historial de derechos humanos en la audiencia de las Naciones Unidas.

Por su parte, Youxi explicó en una entrevista con el diario The New York Times, que Wang fue arrestado  formalmente el domingo por cargos de “montaje de una multitud para alterar el orden en un lugar público”. El 13 de septiembre pasado también fue detenido por las mismas causas pero no había sido arrestado formalmente hasta el fin de semana.

El cargo  se ha utilizado para procesar a muchos miembros de un movimiento social poco organizado que ha estado presionando para una mayor participación ciudadana en los asuntos políticos chinos.

Wang, que fue oficial de propaganda del partido comunista en la provincia de Jilin, es un objetivo importante para las autoridades chinas que buscan reprimir el activismo político.

Fue arrestado y detenido durante un año, después de la represión de Tiananmen el 4 de junio de 1989, y volvió al sector empresarial en 1993. Hizo una fortuna invirtiendo en el sector inmobiliario, indicó el diario.