Una estadounidense acusada de espionaje en China fue deportada esta semana, informó el sábado Dui Hua, un grupo defensor de derechos humanos que hizo campaña para lograr la liberación.

Sandy Phan-Gillis fue detenida en marzo de 2015 en la frontera de Macao, después de visitar China con una delegación comercial de Houston (Texas).

La mujer fue acusada de espionaje, robo de secretos de Estado y transmitir información a terceros, tras lo cual fue sentenciada a tres años y medio de prisión y, el miércoles último, a su deportación.

El viernes "Phan-Gillis fue deportada. Llegó a Los Angeles ese mismo día. A su llegada fue recibida por su esposo y familiares", dijo la agrupación Dui Hua en un comunicado.

La liberación de la mujer ocurre 3 semanas después de que los presidentes de China, Xi Jinping, y de Estados Unidos, Donald Trump, se reunieran en Florida (sureste de EE.UU.), en medio de un acercamiento diplomático entre ambos países.

Dui Hua indicó que las negociaciones para asegurar la liberación se realizaron durante la visita del secretario de Estado, Rex Tillerson, a Pekín en marzo pasado.

El departamento de Estado "fue asistido por la Casa Blanca para llevar las negociaciones a una conclusión exitosa", añadió la organización.

El grupo de trabajo de la ONU sobre detenciones arbitrarias había denunciado el año pasado el manejo que China hizo de este caso, argumentando que no consideró "las normas internacionales relativas al derecho a un juicio justo, la libertad y la seguridad".

Phan-Gillis estuvo durante 6 meses en una ubicación secreta y después fue trasladada a un centro de detención en Guangxi, donde inicialmente fue puesta en confinamiento solitario, indicó la ONU.

Su esposo Jeff Gillis hizo campaña por su liberación en la página de internet "savesandy.org", que ahora ha sido desactivada. Según este portal, Phan-Gillis tenía familia originaria del sureste de China, pero nació en Vietnam. (I)