China celebra el 60 aniversario de la "liberación" del Tíbet
China celebró ayer con varios actos institucionales el 60 aniversario de la "liberación" del Tíbet, una fecha que para el gobierno tibetano en el exilio supone, en cambio, el inicio oficial de la ocupación militar china.
El 23 de mayo de 1951, ocho meses después de que la región fuera violentamente invadida por el Ejército chino, el Dalai Lama, en nombre de la jerarquía budista, firmó un acuerdo con el Partido Comunista que puso la región bajo la administración de China.
El principal acto se celebró al pie del Palacio Potala de Lhasa, antigua residencia del Dalai Lama en la capital tibetana, donde el presidente del Legislativo regional, Qiangba Puncog, destacó unos hechos que "abrieron un nuevo capítulo en la historia del Tíbet y un periodo de unidad nacional y desarrollo", según Xinhua.
En ese acto, al que asistieron unas 5.000 personas, se celebró una ceremonia de izado de la bandera china, tras llevarse a cabo una ofrenda de flores al monumento erigido en honor a la "liberación".
También en Pekín se celebró un seminario conmemorativo de la firma del llamado "Acuerdo de 17 Puntos para la Liberación Pacífica del Tíbet".
El Dalai Lama permaneció en el Tíbet ocho años más, hasta que el fracaso de una rebelión tibetana contra Pekín forzó su huida a la India, en 1959.
La pasada semana, el presidente de la Región Autónoma del Tíbet, Padma Choling, aseguró que el Dalai Lama tiene "la puerta abierta" si quiere regresar a China tras más de medio siglo en el exilio, aunque también lanzó fuertes críticas contra el líder religioso.
Choling también rechazó el proceso de sucesión del gobierno tibetano en el exilio celebrado en el abril, por el cual el Dalai Lama se retiró de la política y el profesor Lobsang Sangay fue elegido por sufragio universal nuevo primer ministro.
China asegura que el Tíbet es desde hace siglos parte inseparable de su territorio, mientras que los tibetanos argumentan que la región fue durante mucho tiempo independiente hasta que fue ocupada por las tropas comunistas.
La región ha protagonizado varias protestas en los últimos años, entre ellas las que en marzo de 2008 causaron una veintena de muertos en Lhasa, y en las últimas semanas ha habido nuevas tensiones a causa del "asedio" de las autoridades chinas a un conocido monasterio del budismo tibetano.