Rex Tillerson, futuro secretario de Estado, encendió la polémica
China advierte a Trump de un enfrentamiento militar
Pekín.-
China replicó a los ataques verbales del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y las advertencias de su futuro secretario de Estado, Rex Tillerson, quien amenazó con prohibir al gigante asiático el acceso a polémicos islotes en el Mar de China que reclaman sus países vecinos de Vietnam, Taiwán y Filipinas, lo que equivaldría a un inédito bloqueo.
Ayer, el diario Global Times, ligado al Partido Comunista de China y conocido por su punto de vista nacionalista, publicó un crítico editorial en el que advierte que si la diplomacia del equipo de Trump prosigue con sus desafíos, ambas partes “deberían pensar en prepararse para un enfrentamiento militar”.
“Como Trump todavía tiene que jurar su cargo (el próximo 20 de enero), China mostró contención cada vez que los miembros de su equipo expresaron puntos de vista radicales, pero EE.UU. no debería pensar que Pekín tiene miedo de sus amenazas”, señala el diario, del mismo grupo editorial que el Diario del Pueblo.
En reiteradas oportunidades, Trump criticó el nivel del yuan (moneda local china) o amenazó con aumentar los aranceles aduaneros a los productos chinos.
El portal argentino Todo Noticias destacó que tras una conversación telefónica con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, el magnate estadounidense dio a entender en diciembre que no se sentía vinculado a la política conocida como ‘una China’, que incluye a Taiwán, lo que alertó a Pekín.
Tillerson enfurece a China
El nuevo conflicto entre ambas potencias surgió luego de que el futuro jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, afirmara ante el Senado de su país que el gobierno del republicano Trump no permitirá que China acceda a las islas Spratly y Paracel, entre algunas, del Mar de la China Meridional.
El funcionario, que asumirá su cargo el próximo 20 de enero, comparó este conflicto con la anexión de Crimea a Rusia, un proceso que derivó en un conflicto armado entre la frontera rusa con Ucrania.
“Tillerson haría bien en ponerse al día en estrategias nucleares si quiere que una potencia nuclear se retire de sus propios territorios”, advirtió el periódico chino.
Para el diario El País, de España, los explosivos comentarios del exejecutivo petrolero marcan una aparente ruptura con la política previa de Estados Unidos. Hasta ahora, Washington aseguraba que defendía la libertad de navegación -la Administración del aún presidente Barack Obama aprobó varias patrullas en aguas cercanas a los islotes-, pero no se pronunciaba sobre las disputas territoriales que implican a seis países de la zona.
En tanto, otro diario oficial, el China Daily, relativizó los dichos de Tillerson y señaló que “es mejor no tomar en serio las declaraciones porque son una mezcla de inocencia, cortedad de miras, prejuicios y fantasías políticas no realistas”.
El medio estimó que si lo expresado por Tillerson ocurriera, el gobierno de Trump “iniciaría un rumbo hacia una devastadora confrontación entre China y EE.UU.”.
Asia resolvía su problema
Lo que sorprende de la declaración del futuro funcionario estadounidense Rex Tillerson es que su advertencia surgió en momentos que la soberanía por las islas ubicadas en un punto casi equidistante entre las costas chinas, vietnamitas, taiwanesas y filipinas ingresó en un tramo de diálogo entre quienes las disputan.
Rodrigo Duterte, presidente filipino que asumió en junio del año pasado, se manifestó en varias oportunidades más favorable del diálogo con Pekín que con Washington.
Global Times destacó: “A menos que Washington planee lanzar una guerra a gran escala en el Mar de China Meridional, cualquier otro método para evitar el acceso chino a esas islas sería estúpido”.
Diario El País, de España, publicó que inicialmente la respuesta oficial del Gobierno chino fue diplomática y se limitó a expresar por boca del portavoz del Ministerio de Exteriores, Lu Kang, la necesidad de que los dos países mantengan su cooperación, con la aparente esperanza de que la próxima administración muestre otro parecer tras la investidura. Sin embargo, el analista Víctor Gao, director de la Asociación Nacional China de Relaciones Internacionales, apuntó que “el público estadounidense no tiene ningún apetito por ver a sus compatriotas morir en una guerra en el Mar del Sur de China”.
Para Pekín, la soberanía y el territorio son intereses clave que justifican su defensa por la fuerza, enfatiza el analista Gao.
Por otra parte, otros medios oficiales chinos también lanzan un mensaje conciliador. En un comentario, la agencia de noticias Xinhua recordaba que el mercado chino está detrás de 2,6 millones de puestos de trabajo en EE.UU., y este país es el tercer comprador de los bienes y servicios estadounidenses. (I)