Centenares de personas acompañan sepelio de cuatro niños asesinados en Colombia
Centenares de personas acompañaron este sábado el conmovedor sepelio de cuatro niños asesinados en una zona rural del suroeste de Colombia, en un crimen que estremeció al país.
"Es un crimen que de ninguna manera se puede aceptar", dijo este sábado el presidente Juan Manuel Santos al reiterar su repudio por la matanza, durante un acto con jóvenes beneficiarios de becas universitarias.
El crimen ocurrido el jueves cerca de Florencia, capital del departamento de Caquetá, a unos 370 km al suroeste de Bogotá, fue atribuido por las autoridades a "intolerancia" y "venganzas personales".
El mandatario recordó que le pidió al comandante de la policía nacional, general Rodolfo Palomino, que viajará a Florencia y no regresara "hasta que no resuelvan este crimen abominable".
"Justicia", gritaron los asistentes al sepelio, mientras imágenes emitidas por medios locales mostraban a la multitud que acompañó a la familia de los cuatro menores llevando globos blancos en señal de paz.
Los menores, de cuatro, 10, 14 y 17 años, fueron asesinados con tiros en la cabeza, mientras que un quinto niño sobrevivió y dio aviso a los vecinos sobre lo que había ocurrido.
La familia víctima de la matanza estaba compuesta de nueve hermanos, pero los cuatro asesinados estaban solos en su casa porque sus padres habían ido a inscribirlos en el colegio.
El viernes el fiscal general Eduardo Montealegre aseguró que no existen evidencias que el múltiple crimen haya sido cometido por grupos guerrilleros que actúan en la región.
La policía ofreció una recompensa de hasta 50 millones de pesos (unos 21.000 de dólares) por información sobre los autores de la matanza.
De acuerdo con cifras citadas por la estatal Defensoría del Pueblo, que vela por los derechos humanos en Colombia, 1.115 menores de edad fueron víctimas de homicidio en el país en 2013.
Además de estos hechos violentos, Colombia vive un conflicto armado de más de medio siglo, que ha involucrado a guerrillas de izquierda, paramilitares, agentes del Estado y bandas criminales, dejando 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados, según cifras oficiales.