Los trabajadores de Notre Dame comenzaron este lunes a desmontar el andamio que se derritió sobre sí mismo durante un incendio masivo que ocurrió en abril del año pasado en la catedral de Notre Dame y que consumió parte del techo de su bóveda central.

El andamio tiene 40.000 piezas y pesa 200 toneladas, de las cuales la mitad se hallan a más de 40 metros de altura. Fue instalado para restaurar la aguja de la catedral gótica antes del incendio y soportó la conflagración del 15 de abril de 2019.

El trabajo consiste en sacar 40 toneladas de metal fundido sin dañar las torres de piedra a su alrededor. Estas estructuras fueron las que impidieron que el fuego se moviera hacia abajo y hacia el cuerpo principal del edificio.

“Una operación como esta es como preparar un lanzamiento de un cohete, con un 'chequeo' final antes de la partida", dijo Christophe Rousselot, director general de la Fundación Notre Dame, la organización benéfica que supervisa la recolección de donaciones para la catedral.

Las obras de restauración de Notre Dame, uno de los símbolos de París y el segundo monumento histórico más visitado de Europa, han sido interrumpidas en varias ocasiones debido al peligro de contaminación con plomo de los trabajadores y a la epidemia del coronavirus.

Notre Dame ha permanecido cerrada desde el incendio, mientras las misas son celebradas en varias iglesias circundantes. Este año, su patio se volvió a abrir al público el séptimo domingo después de Pascua, durante la fiesta cristiana conocida como Pentecostés.

Poco después del incendio, el presidente francés, Emmanuel Macron, declaró que tomaría solo cinco años completar los trabajos de reparación. Su declaración provocó que expertos y detractores se burlaran de dicha afirmación, argumentando que la estimación era demasiado optimista.

Los artefactos de valor incalculable y los interiores de la catedral necesitan limpieza y reparación, arreglos que los historiadores han considerado que podrían tardar diez años. (I)