Casa Blanca niega que republicanos sean los triunfadores del acuerdo de deuda
La Casa Blanca rechazó hoy que los republicanos sean los grandes ganadores en el acuerdo sobre la deuda, después de que el portavoz de la Cámara de Representantes, John Boehner, transmitiera esa idea a sus compañeros de partido.
"No es cierto en absoluto", respondió el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, preguntado en su conferencia de prensa diaria sobre si los republicanos lograron imponer todas sus prioridades en el acuerdo para elevar el techo de la deuda y los demócratas se quedaron "sin nada".
En una conferencia telefónica con congresistas republicanas, Boehner describió presuntamente el acuerdo logrado el domingo como un gran triunfo para los republicanos, que "lucharon", sobre los demócratas, que "cedieron", según informa hoy el Wall Street Journal.
"No logramos el gran acuerdo que esperábamos", reconoció hoy Carney. "Pero eso no significa que no consiguiéramos logros significativos".
El portavoz subrayó que el proyecto, que alzará el techo de la deuda en al menos 2,1 billones adicionales hasta 2013, "protege las inversiones clave" y crea "un cortafuegos" entre los gastos domésticos no imprescindibles y los de defensa, lo que asegura un "enfoque equilibrado".
El acuerdo abre la puerta a plantear una reforma de impuestos, una idea que, según Carney, está "ampliamente apoyada por los dos partidos".
En cuanto al establecimiento de un mecanismo para asegurar que el déficit se reduce al menos en 1,2 billones de dólares antes de 2013, Carney señaló que este sólo entrará en acción si los miembros del comité bipartidista que se creará en el Congreso no logran ponerse de acuerdo sobre dónde establecer los recortes.
"Sugerir que este comité no puede tomar decisiones es simplemente impreciso", afirmó Carney, que subrayó que los legisladores que lo formen tendrán un amplio margen de maniobra hasta noviembre para enviar sus propuestas al Congreso.
El portavoz también negó que el presidente Barack Obama haya visto menguado su poder en las negociaciones, tal y como aseguran hoy varios artículos de opinión de diarios estadounidenses.
"No hay duda de que este proceso se ha visto como un desastre. Y lo ha sido, en ocasiones ha sido un circo", reconoció. "Enviamos innecesariamente el mensaje al mundo de que Estados Unidos faltaría a sus obligaciones, cuando eso no iba a ocurrir".
"Nada de esto es fácil, porque los asuntos son difíciles. Pero hemos logrado un consenso en Washington para poner por delante el crecimiento económico y la creación de empleo", añadió Carney, aliviado porque Estados Unidos se haya "librado de la nube de incertidumbre que pendía sobre el país".
Legisladores republicanos y demócratas analizan hoy el acuerdo de deuda, que debería ser firmado por Obama antes de la medianoche del martes, y esperan someterlo hoy mismo a votación en ambas cámaras.
El vicepresidente, Joe Biden, se reunió hoy con algunos legisladores en el Capitolio y reconoció en declaraciones a periodistas que le mostraron su "frustración" por el escaso tiempo con el que han contado para estudiar la medida.
No obstante, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, expresó hoy su esperanza de poder "dejar atrás el debate" y llevar a cabo un voto "esta misma tarde".