Parlamento británico da luz verde a bombardeos contra el EI en Irak
El Parlamento británico dio este viernes luz verde por amplia mayoría a que el Reino Unido se sume a una ofensiva aérea en Irak contra el grupo extremista Estado Islámico (EI), que se espera que comience en las próximas horas.
En una sesión extraordinaria en la Cámara de los Comunes, 524 diputados refrendaron la propuesta del Gobierno del primer ministro David Cameron, mientras que 43 votaron en contra.
En su intervención, Cameron dejó claro que "se trata de una misión que va durar no solo meses sino años, pero creo que tenemos que estar preparados para ese compromiso".
Explió que el tema en debate es "cómo mantener a los británicos a salvo de la amenaza que supone el Estado Islámico y, en particular, qué papel deberían jugar nuestras fuerzas armadas en la coalición internacional para desmantelar y destruir lo que el presidente estadounidense Barack Obama llamó correctamente la red de la muerte".
Desde que en 2003 el Parlamento británico aprobó la invasión de Irak para derrocar al régimen de Sadam Husein sobre la premisa falsa de que tenía armas de destrucción masiva, la desconfianza de los diputados a las aventuras bélicas en tierras lejanas ha crecido.
"Es inevitable que la sombra de la última implicación militar británica en Irak se cierna sobre esta cámara", admitió el primer ministro.
"Esto no es 2003, no podemos usar errores pasados como excusa para la indiferencia", estimó, antes de insistir en que el problema está a las puertas de casa. "Esta no es una amenaza en el otro extremo del mundo", dijo.
"Si no se le hace frente, acabaremos enfrentándonos a un califato en la ribera del Mediterráneo, en la frontera con un miembro de la OTAN", Turquía, "y con una determinación declarada y probada de atacar a nuestro país y nuestra gente".
"Esto no es ninguna fantasía, está ocurriendo frente a nosotros y tenemos que hacerle frente. Si permitimos al Estado Islámico crecer y propagarse, la amenaza será mayor", agregó.
"El Estado Islámico tiene que ser destruido", sentenció Cameron, que dijo que de momento buscaba sólo permiso para bombardear en Irak y sin desplegar a tropas de combate terrestres, una formulación que sí le permitiría enviar asesores o fuerzas especiales puntualmente.
"No quería traer al Parlamento una moción que no tuviera consenso", se justificó.
Estados Unidos está al frente de una coalición internacional que está tratando de debilitar a la organización extremista con bombardeos aéreos.
Bagdad ha pedido a varios gobiernos extranjeros esa ayuda, a diferencia de Siria, de ahí las reticencias de los diputados británicos o de Francia -que ya ha participado en los bombardeos en Irak- a extender la campaña al país vecino.
Primeros resultados
Estado Islámico suspendió la extracción de petróleo en seis campos que controla en Deir Ezor, en el este de Siria, por miedo a los bombardeos estadounidenses, quedándose así sin una importante fuente de ingresos, informaron este viernes habitantes de la zona.
Desde julio, el EI controla la mayoría de la provincia petrolera de Deir Ezor y la mayor parte de los campos petroleros de la región, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Gran Bretaña.
Más países en la coalición
El Reino Unido no fue el único en anunciar su participación en la campaña estadounidense. Holanda, Bélgica y Dinamarca pusieron a disposición de la coalición aviones de combate F-16, mientras que Australia y Grecia anunciaron la entrega de material militar a los combatientes kurdos en Irak.
Por su parte, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan aseguró que la posición de su país sobre la lucha contra el EI había cambiado tras la liberación de un grupo de rehenes turcos, dando a entender que podría unirse a la coalición militar internacional contra el grupo yihadista.
En la frontera de Turquía con Siria, cientos de kurdos turcos derribaron la valla que separa a ambos países e ingresaron en territorio sirio con el fin de unirse a las fuerzas kurdas que luchan contra los yihadistas.
Según los servicios secretos estadounidenses, más de 15.000 combatientes de más de 80 países diferentes se unieron a las filas de los grupos yihadistas en Irak y en Siria.