El primer ministro británico, David Cameron, prometió ayer restaurar el orden y decidió reforzar los efectivos policiales en Londres, que pasarán de 6.000 a 16.000, tras tres noches de revueltas y saqueos en varias ciudades que dejaron un muerto y 650 detenidos.

Un hombre de 26 años, herido de bala durante los incidentes registrados en Londres el lunes por la noche, falleció por la gravedad de las lesiones, informó la Policía.

Tras una reunión de crisis en Downing Street, David Cameron anunció la celebración de una sesión extraordinaria hoy en el Parlamento.

Cameron, quien regresó la víspera a Londres tras interrumpir sus vacaciones en Italia, condenó las “escalofriantes” escenas que la población ha visto al referirse a los saqueos, actos de vandalismo y robos.

Los disturbios que se han propagado a varias ciudades se reanudaron ayer  al caer la tarde cerca de Birmingham (centro), segunda ciudad del Reino Unido, donde fueron incendiados varios vehículos.

Los actos de violencia  empezaron el sábado por la noche en Tottenham, un barrio  del norte de Londres, tras una manifestación que reclamaba “justicia” por la muerte de Mark Duggan, un hombre de 29 años, fallecido en un tiroteo con la Policía.