California, una víctima en la guerra comercial de Trump con China
De motores de autos y chips de computadoras a pistachos y almendras, pasando por vino: la poderosa economía de California se verá seriamente impactada si la guerra comercial entre Estados Unidos y China se profundiza.
Son miles de millones de dólares y cantidad de puestos de trabajo los que están en riesgo en el estado más rico y poblado del país, considerado una economía mundial en sí mismo y bastión de la oposición al presidente Donald Trump.
"Si hay una región en Estados Unidos que se verá impactada por esta guerra comercial es Los Ángeles", explicó a la AFP Stephen Cheung, exdirector de Comercio Internacional del Puerto de Los Ángeles y presidente de la ONG World Trade Center Los Ángeles.
"El año pasado tuvimo más de 170.000 millones en importaciones y exportaciones directamente con China, es nuestro principal socio comercial", explicó.
Las dos mayores economías del mundo se encuentran trabadas en una áspera controversia que amenaza desequilibrar el comercio internacional.
Y a cada acción de Estados Unidos, Pekín responde con una represalia inmediata y equivalente.
"Nuestro temor es que este ciclo siga creciendo a un punto que deprima la economía", indicó Cheung.
California es la quinta economía del mundo con un PIB de 2.700 billones de dólares, superior al de Gran Bretaña.
En este estado de unos 40 millones de habitantes funcionan las poderosísimas empresas de Silicon Valley y los grandes estudios de Hollywood.
Se exportan carros eléctricos, motores, autopartes, desechos de papel, aluminio y los pistachos, almendras, naranjas, nueces, ciruelas, limones, fresas están entre los productos agrícolas impactados con las represalias arancelarias chinas.
"Aunque no conocemos las ramificaciones exactas que estos aranceles tendrán en nuestros cultivos, entendemos que la pérdida del mercado chino provocará que otros proveedores extranjeros entren, generando la pérdida de oportunidades de ventas a largo plazo para nuestros agricultores", dijo a la AFP Sara Neagu-Reed, de la federación agrícola de California (CFBF).
Casey Cramer, vicepresidente de la Mutual de cítricos de California, que representa a 2.500 productores, indicó que la organización está por ahora "enfocada en apoyar al gobierno" ante las "prácticas comerciales [chinas] que han perjudicado a la industria".
Trump, que quiere reducir el déficit con China, ha acusado a otros países de aprovecharse de Estados Unidos en términos de intercambio comercial.
Y muchos productores coinciden en las prácticas desleales de la potencia asiática, pero "en vez de usar los aranceles como táctica", indicó Cheung, "la solución es negociar de buena fe" y llegar a un acuerdo que favorezca a todos.
El vino recibió un impuesto chino a la importación de 35%, poniendo en pausa el negocio de Michael Honig, que tiene una viña en Napa.
"Comenzamos a exportar a China hace 10 años y construimos un buen mercado", dijo a la AFP. "Y hemos visto ahora que todo se detuvo": su comprador en Asia quiere ver qué pasa antes de seguirle comprando. "Es frustrante".
Mario Cordero, director ejecutivo del puerto de Long Beach, que junto al de Los Ángeles movió 7,5 millones de contenedores en 2017, dijo a la AFP que hasta ahora no vio "ninguna alteración" o barco varado. "En seis meses tendremos una idea" de los efectos, aseguró.
La ONG California Budget & Policy Center alertó que más de 285.000 trabajos en el estado están en industrias afectadas por la guerra.
Para Cheung, el alza en el precio al consumidor se debe sentir en las próximas semanas, haciendo a los importadores más celosos a la hora de comprar mercancía.
Y además del efecto en las importaciones-exportaciones, destacó, la guerra comercial puede espantar también inversiones chinas en California.
"La economía ya se vio impactada" y aunque pare el conflicto "pasará un tiempo antes de que podamos volver a la normalidad". (I)