Una serie de atentados con coches bomba sacudió ayer, nuevamente, a Irak y dejó al menos 67 muertos y más de un centenar de heridos.

Estos ataques, que aún no han sido reivindicados, se produjeron en Bagdad y varias localidades del sur y norte de la capital, informaron fuentes policiales.

Un total de 20 vehículos cargados con explosivos estallaron en varios puntos a primera hora de la mañana de ayer. El atentado más mortífero ocurrió en la ciudad Al Hila, 100 kilómetros al sur de Bagdad, en la que al menos 20 personas perdieron la vida y 40 resultaron heridas.

Dentro de la capital hubo ataques en el barrio Al Kazamiya, en el norte, en el que siete personas perecieron y 22 resultaron heridas; y en la plaza de Oqba Ibn Nafea, en el centro, que causó seis muertos y 12 heridos.

Además, nueve personas fallecieron y otras 21 fueron heridas por la explosión de otro coche bomba cerca de un centro comercial de repuestos de vehículos, al sur de Bagdad.

Irak vive un repunte de la violencia que ha vuelto a poner en entredicho la seguridad en el país, escenario de atentados dirigidos contra objetivos chiíes y fuerzas de seguridad, que se han intensificado desde que se retiraron las tropas estadounidenses el pasado 18 de diciembre.