Búsqueda internacional sin tregua del submarino argentino perdido en el Atlántico
Siete países participaban este lunes con equipos sofisticados en la búsqueda del submarino argentino perdido hace cinco días con 44 tripulantes en aguas del Atlántico Sur, agitadas por un persistente temporal que complica aún más la identificación de alguna señal del sumergible.
Fracasado hasta el momento un avistaje en superficie, las esperanzas están puestas en detectar una nueva llamada satelital desde el submarino que permita localizar su posición.
El sábado siete intentos de comunicación con las que no se pudo establecer contacto llenaron de fe a los familiares que aguardan una señal de vida del submarino.
Pero el domingo un silencio sepulcral volvió a ensombrecer la espera y generó incertidumbre sobre si las llamadas, de breves segundos y débil señal, habían provenido del "ARA San Juan".
La zona de búsqueda inicial era un área de 300 km de diámetro a 450 km de la costa argentina en el Golfo San Jorge. Allí el submarino navegaba de regreso de Ushuaia (extremo austral) hacia su apostadero de Mar del Plata, 400 km al sur de Buenos Aires, cuando se contactó por última vez el miércoles pasado.
Pero la posibilidad de que el submarino se halle a la deriva sin propulsión y sometido a vientos de 90 km/h y gran oleaje por varios días, obligó a ampliar la zona casi siete veces.
"Hombres de acero, los esperamos en casa" reza uno de los improvisados carteles frente a la base naval de Mar del Plata, ciudad de residencia de la mayoría de los tripulantes, entre ellos Eliana Krawczyk, de 35 años, jefa de armas y primera mujer submarinista de Sudamérica.
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Brasil, Chile y Uruguay sumaron buques y aviones al despliegue argentino de trece embarcaciones militares y media docena de aviones.
Estados Unidos aportó un sofisticado avión de la NASA, dos vehículos sumergibles no tripulados con sonares tridimensionales de gran alcance y el avión P8A Poseidón, el más moderno de su Marina equipado con sensores y elementos de comunicaciones de última generación.
Participa también el buque polar inglés "HMS Protector", que cubre de sur a norte la ruta que debía recorrer el submarino.
Un buque oceanográfico argentino realiza el recorrido inverso.
Brasil aportó tres embarcaciones y dos aeronaves de patrulla.
También está en zona y a disposición un P3 antisubmarino de Chile.
En total son cinco las sofisticadas naves equipadas con rastreo submarino. Todas las embarcaciones civiles en la zona asisten en la búsqueda.
Mar endemoniado
Desde el jueves la zona de búsqueda está afectada por un sistema de baja presión que se convirtió en el principal enemigo de los esfuerzos de rastrillaje.
"Las condiciones meteorológicas son muy adversas para lograr que la detección sea efectiva", dijo el domingo por la noche el portavoz de la Armada, Enrique Balbi.
Se rastrilló "80 por ciento de la superficie en la que podría encontrarse el submarino pero ese rastrillaje puede no ser eficiente: hay temporal, hay vientos fuertes y la altura de las olas también dificulta la búsqueda. El martes las condiciones deberían ser favorables para el operativo", explicó.
El servicio meteorológico pronostica una breve pausa entre martes y miércoles, pero el clima volverá a empeorar el jueves.
"La etapa de búsqueda va a continuar hasta que encontremos el submarino", afirmó Gabriel Galeazzi, jefe de la base naval de Mar del Plata en su último informe el domingo por la noche.
Rescate
Dado que no se encuentra rastro alguno del submarino en superficie, Argentina comenzó a coordinar con ayuda internacional un eventual rescate en profundidad.
Para ello arribaron el domingo a Comodoro Rivadavia (1.700 km al sur de Buenos Aires) equipos de Estados Unidos desde la base militar de San Diego, California.
Se trata de una cámara de rescate submarina, capaz de sumergirse hasta 200 metros y realizar el salvataje de seis personas por vez.
También se espera desde Estados Unidos el arribo de un módulo presurizado de rescate (PRS, por su sigla en inglés), de mayor alcance, acondicionado para rescatar hasta 16 personas por inmersión a una profundidad mayor.
"No podemos perder tiempo", dijo Balbi. (I)