La autoridad electoral de Burundi fijó para el 15 de julio las elecciones presidenciales cuya convocatoria se retrasó por la crisis que vive el país desde abril por el rechazo social a la postulación de Pierre Nkurunziza para un tercer mandato.

La semana pasada, la comisión electoral había retrasado indefinidamente la celebración de los comicios locales, parlamentarios y presidenciales, que en el caso de estos últimos estaban inicialmente previstos para el 26 de junio.

Los jefes de Estado de los países del África oriental pidieron a Burundi a finales de mayo que retrasara al menos un mes y medio esta ronda de elecciones, que debían comenzar el pasado viernes 5 de junio con los comicios locales, ahora retrasados precisamente al 26 de junio.

Con todo, el presidente de la comisión electoral, Pierre-Claver Ndayicariye, considera que el nuevo calendario cumple esa demanda: “La fecha del 15 de julio ha sido sugerida para la celebración de las elecciones presidenciales” conforme “a las recomendaciones de la cumbre de Dar es Salaam (de los países del África Oriental) que habla de un retraso de al menos 45 días”, informa AFP.

Este calendario debe ser firmado aún por el presidente.

Según Ndayicariye, el calendario debe ceñirse a unas “fechas rojas”, entre ellas que el nuevo presidente sea investido antes del 26 de agosto, fecha en la que concluye el mandato del actual. “Más allá de esas fechas, Burundi caerá en un vacío institucional que nadie en esta sala desea”, ha dicho ante la única presencia de los representantes del gobierno y sus aliados políticos, algunos religiosos y diplomáticos.

Según AFP, la mayoría de la oposición ha boicoteado el acto. Uno de sus portavoces ha dicho que la comisión electoral no tiene legitimidad tras la fuga de dos de sus cinco miembros, uno de los cuales denunció amenazas de muerte.

“La oposición no va a participar en una reunión convocada por un órgano que no existe (...) porque debe estar compuesto de cinco miembros y solo quedan tres”, dijo uno de los líderes de la oposición. (I)