El primer ministro británico,  Boris Johnson, quiere ir a las urnas el 15 de octubre. Es decir, recuperar la mayoría parlamentaria antes de la cumbre europea del 17 de octubre.

Confía en ganar y que esta mayoría le evite pedir la prórroga del brexit (salida del Reino Unido del bloque europeo) antes de la fecha límite prevista por el Parlamento, el 31 de octubre.

Johnson insiste en que no tiene intención de retrasar la salida de la Unión Europea (UE), a pesar de que se tramita una ley para forzarlo a hacerlo, y consideró que las elecciones son la única vía para desbloquear el brexit.

El ejecutivo abandonó aparentemente cualquier intento por obstaculizar su aprobación definitiva, prevista para el próximo lunes.

Hasta ahora se esperaba que los conservadores retrasarían el paso del texto por la Cámara de los Lores, lo que hacía temer que el Parlamento quedara clausurado antes de que la ley recibiera el asentimiento oficial de Isabel II.

Los parlamentarios “tories” abandonaron ayer, sin embargo, las tácticas de filibusterismo con las que habían comenzado a bloquear el debate.

 El portavoz conservador en los Comunes, Jacob Rees-Mogg, aseguró que las cámaras no cerrarán sus puertas antes de que las leyes en tramitación estén listas.

Anticipando que la legislación será ratificada, el Gobierno ha presentado ya una moción para repetir el lunes la votación para convocar a comicios.

Johnson, favorito en los sondeos de intención de voto, necesita el apoyo de dos tercios de los diputados para convocar elecciones anticipadas.

La oposición, sin embargo, bloqueó el miércoles la primera petición para poner las urnas en los colegios el 15 de octubre.

Una encuesta de la firma YouGov indica que los conservadores obtendrían el 35% de los votos en las elecciones, mientras que los laboristas el 25%, liberal demócratas el 16% y el Partido del Brexit el 11%. (I)