Centenares de bolivianos quedan varados en frontera con Chile por el covid-19
En la frontera que separa el norte de Chile del occidente de Bolivia permanecen asentados, desde hace una semana, 220 ciudadanos bolivianos a los que su gobierno les ha negado la entrada tras el decreto de cierre de fronteras ordenado por la presidenta interina, Jeanine Áñez, para evitar la propagación del coronavirus (covid-19).
A diferencia de la mayoría de países, la mandataria boliviana deja por fuera a sus propios nacionales en medio de la pandemia que le ha costado la vida a más de 50.000 personas a nivel global.
Danny Yujra se encuentra entre estos bolivianos que habían decidido retornar a su país el pasado 25 de marzo, y a quien tomó por sorpresa el decreto de Añez cuando ya había emprendido su viaje desde la ciudad de Iquique, ubicada al norte de Chile.
“La presidenta de Bolivia lanzó el decreto de cierre de fronteras y eso nos agarró desapercibidos, no nos dio ningún lapso de tiempo para poder entrar a nuestro país. Se lanzó el decreto y ya había militares que no nos dejaban pasar”, señaló Yujra.
El viaje de regreso a su país tuvo, entonces, que ponerse en una pausa que no sabe cuánto durará ni cuánto lo mantendrá retenido a dos horas de la frontera, en la comunidad de Huara, en donde los carabineros chilenos los han dotado de carpas para que no estén a la interperie.
Yujra pide al gobierno de Áñez que se evalúen los efectos de las decisiones que se están tomando en medio del brote del covid-19 que deja, hasta el momento, más de 120 infectados y 8 fallecidos en Bolivia.
“No somos el único caso, hay bolivianos varados en muchos países. Nos sentimos discriminados por nuestras autoridades y sentimos que nos han violado los derechos con este decreto”.
Mónica Quijua, otra de las afectadas, denunció que llevan ocho días esperando una solución por parte del gobierno boliviano y asegura que se encuentran en una situación humanitaria precaria debido a la pandemia del covid-19.
“No podemos esperar un día más, las noches son cada vez más frías, pues comienza el invierno, y cada vez es más difícil sobrellevar la alimentación, por eso imploramos una pronta solución”, señaló a la Agencia Anadolu desde el campamento que instalaron en la zona fronteriza.
Entre las 220 personas que permanecen a la espera de poder cruzar hacia Bolivia hay seis mujeres embarazadas y varios menores de edad, por lo que desde el gobierno chileno se hizo un llamado al ejecutivo del vecino país para que permita el retorno de sus ciudadanos en medio de la pandemia que ya deja más de un millón de infectados en el mundo.
"Todos los países tienen que tomar las mayores acciones y consideraciones para enfrentar esto desde una perspectiva humanitaria, especialmente en lo que significa el retorno de personas que están en condiciones de retornar, pero que no se les dan las facilidades para ello", sostuvo el ministro del Interior chileno, Gonzalo Blumel.
La Coordinadora Nacional de Migrantes en Chile aseguró que estudian llevar ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos el caso de estos ciudadanos bolivianos a los que, aseguran, se les están vulnerando derechos fundamentales.
“Es un derecho que corresponde por los distintos tratados que ha firmado el gobierno boliviano, que están en su Constitución y que además es un acto humanitario fundamental en estos momentos. Pensamos que ningún estado de excepción puede prohibir la entrada de los nacionales a su país. No creemos que esa sea una medida que garantice nada”, aseguró a la Agencia Anadolu Rodolfo Noriega, presidente de la coordinadora.
Incluso el expresidente boliviano, Evo Morales, se ha referido a la situación de estos migrantes desde su exilio en Argentina, en donde pidió la repatriación de sus compatriotas desde Chile.
“Es inhumano e ilegal dejar a niños, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad en esas condiciones. Es un deber irrenunciable del Estado el velar por sus ciudadanos en cualquier lugar del mundo”, aseguró el exmandatario en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el gobierno de Jeanine Áñez aseguró que trabaja en la adaptación de un centro de cuarentena para acoger a estas familias en la zona fronteriza de Pisiga, en el lado boliviano, el cual esperan tener listo a inicios de la próxima semana. Sin embargo, las autoridades de Chile evalúan instalar un albergue transitorio en caso de que la repatriación no se concrete en el corto plazo. (I)