El presidente Evo Morales convocó a Michelle Bachelet a dialogar sobre el tema
Bolivia tiene esperanzas
Si fuese un partido de fútbol, en la jerga del balompié sería Bolivia 1 Chile 0. Así podría resumirse el fallo que dictó ayer la Corte de La Haya, que rechazó las objeciones preliminares presentadas por el gobierno chileno y se declaró competente en el juicio por la demanda marítima boliviana. En un contundente fallo de 14 a 2, el Tribunal asumió su facultad para tratar la querella presentada en 2013 por la administración de Evo Morales.
Fue un dictamen esperado y de altas consecuencias políticas. Chile estaba confiado, pero ocurrió lo contrario. El Tribunal declaró que tiene facultad para conocer todos los aspectos desde 1948 en adelante, cuando se firmó el Pacto de Bogotá. Eso sí, La Haya no se pronunció sobre el fondo de la demanda boliviana: la salida al mar. Esto lo hará en un lapso estimado de al menos 2 años.
El fallo leído por el presidente de la Corte Internacional, Ronny Abraham, generó enorme euforia en La Paz y un vendaval de dudas en Santiago. Esto porque el dictamen era el escenario más duro para Chile y abre el escenario que precisamente el gobierno de Michelle Bachelet quería evitar.
Es decir, la eventualidad de que el juicio –que ahora tiene luz verde- termine resolviendo que Chile deba negociar una salida al mar con Bolivia. A comienzos de mayo, los chilenos presentaron su alegato a la Corte Internacional de Justicia en La Haya, en el cual el equipo jurídico argumentó que el tribunal no tiene competencia para escuchar la demanda.
A juicio de Chile, el tema fue resuelto por el Tratado de 1904. Bolivia y Chile no tienen relaciones diplomáticas desde 1978.
Tras el fallo de La Haya, la presidenta Bachelet aseguró que ‘Bolivia no ha ganado nada’, mientras que el jefe de Estado boliviano afirmó que “este es un día inolvidable para los bolivianos”.
Desde La Moneda y secundada por el canciller Heraldo Muñoz y legisladores de diversos partidos, Bachelet dijo que “hicimos lo correcto al interponer la objeción preliminar. Esto no afecta en nada nuestra integridad territorial”.
A su vez, Muñoz aseguró que “la corte ha delimitado la petición boliviana, la corte no se ha pronunciado ni está predeterminando un resultado de una negociación, que es lo que se va a discutir recién a partir de este momento”.
En la misma línea, pero desde La Haya, el agente chileno Felipe Bulnes aseguró que “la petición boliviana ha quedado significativamente reducida” y que “ya no se está discutiendo una salida soberana al mar”. También el expresidente Sebastián Piñera dijo: “No estoy de acuerdo con el fallo”.
Celebración en La Paz
En Bolivia, el presidente Evo Morales, visiblemente satisfecho, insistió en que su país recibe la sentencia con “humildad” y convocó a Bachelet a dialogar sobre el tema. “Somos un país de paz y por eso quiero convocar al gobierno de Chile a acompañar este proceso. Qué mejor como países vecinos, como países hermanos de Sudamérica que resolver (la demanda) conversando”, expresó.
En Bolivia fueron tantos los festejos que ya se solicitó un “feriado nacional” para recordar este día. La población reaccionó con algarabía y muestras de agradecimiento al gobierno.
El agente boliviano en La Haya, el expresidente Eduardo Rodríguez, señaló que la demanda de su país contra Chile “no es un acto hostil, ni menos una actuación que ponga en duda o altere el sistema internacional de las fronteras”.
Según el funcionario boliviano, el proceso que continuará en La Haya, “nos llevará a un diálogo fructífero, que nos ayude a superar muros con Chile”.
El expresidente y vocero internacional de la demanda marítima boliviana, Carlos Mesa, se declaró “muy emocionado” tras la decisión de la Corte Internacional.
Para escuchar el dictamen, Morales se reunió con el vicepresidente Álvaro García Linera, el cuerpo de ministros, y los expresidentes Jorge Quiroga, Jaime Paz Zamora y Guido Vildoso.
En la Guerra del Pacífico, a fines del siglo XIX, Bolivia perdió 400 kilómetros de litoral y 120.000 kilómetros de territorio. Bolivia considera que en las últimas décadas hubo ofrecimientos y negociaciones truncadas con Chile.
La falta de una salida directa al mar le cuesta millones cada año a Bolivia, porque las exportaciones tienen que recorrer más vías hasta llegar a un puerto. La Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia afirmó a la cadena inglesa BBC, que la falta de un puerto propio ha restado competitividad a los productos bolivianos. (I)