Bolivia desconocerá cualquier gobierno que surja sin el mandato del pueblo, advirtió hoy el presidente Evo Morales, al reiterar su condena al golpe congresional gestado contra el mandatario de Paraguay, Fernando Lugo.

Lugo "estaba acabando con las logias, con los terratenientes y grupos de poder (en Paraguay) y eso siempre tiene un costo", afirmó Morales al asegurar que detrás de tal acción política se mueve la mano de los neoliberales internos y externos.

El Congreso paraguayo sometió a juicio político sumario a Lugo, a raíz de los sucesos del pasado viernes en Curuguaty donde seis policías y 11 campesinos murieron en un enfrentamiento por desalojo de tierras.

El mandatario boliviano denunció desde Brasil, sede de la Cumbre Río+20, el conato golpista contra Lugo, y lamentó que el quiebre institucional en Paraguay sea fruto de un congreso organizado para acabar con un gobierno legítimo.

Para el presidente boliviano, el juicio montado contra el presidente Fernando Lugo en el Senado paraguayo es una acción del imperialismo y la derecha internacional.

De acuerdo con el jefe de Estado boliviano, el contubernio contra Lugo apunta a acabar con un servidor del pueblo que enfrentó los grupos de poder en un país gobernado antes por administraciones ilegítimas que sometieron al pueblo a regímenes de mano de hierro en el pasado reciente.

El mandatario boliviano deploró asimismo la estrategia de la derecha (paraguaya) destinada a derrocar a Lugo e interrumpir el proceso político iniciado a favor de los más humildes y excluidos como son los indígenas sin tierra, según señaló la Agencia Boliviana de Información.

Morales convocó a los movimientos indígenas y sociales de América Latina a defender el proceso democrático de Paraguay y al presidente Lugo.