Bolivia convierte en una editorial el lugar de una agencia de EE.UU. expulsada
El presidente de Bolivia, Evo Morales, inauguró una editorial para editar publicaciones estatales en un lugar que perteneció a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, en inglés), hasta su expulsión del país bajo la acusación de conspirar contra el Gobierno boliviano.
Morales presidió el acto inaugural en El Alto, ciudad vecina de La Paz, sin referirse en su discurso al uso que tuvo el predio antes de ser expropiado por el Estado boliviano tras la expulsión en 2013 de la Usaid bajo esa acusación que siempre rechazó el Gobierno de Estados Unidos.
El mandatario centró su intervención en recordar que el Estado boliviano tuvo "una gran imprenta" desde mediados de la década de 1990 en el Ministerio de Educación, pero "poco funcionó" y en 2003 desapareció con su privatización.
"Aunque tardamos, ahora tenemos nuestra propia imprenta", sentenció sobre un proyecto que se remonta a 2013.
Un decreto de 2013 autorizó cerca de once millones dólares para adquirir la imprenta, aunque hasta septiembre del presente año no recibió el impulso definitivo con otra partida de casi tres millones.
La editorial imprimirá publicaciones de todos los ministerios del Gobierno boliviano, ahora encargadas a empresas privadas, y de medios estatales como el diario Cambio, con un ahorro de costes a través "de la mejor tecnología alemana", indicó.
La firma alemana Heidelberg Druckmaschinen fue la encargada de instalar la imprenta.
"No sé cuanta plata vamos a ahorrar el Estado, pero vamos a socializar la lectura, vamos a universalizar la lectura", aseveró al advertir de que Bolivia no tiene "mucha cultura de leer" comparado con países donde "cada casa tiene una biblioteca".
"Es nuestra meta", concluyó, fomentar la lectura como complemento cultural en "un mundo digital" como el actual.
El mes pasado las Fuerzas Armadas de Bolivia ocuparon una antigua sede de la misma agencia estadounidense, expropiada también en 2013, en ese caso en La Paz.
La Usaid trabajó en Bolivia desde 1961 en programas de salud, medioambiente, desarrollo agrícola, construcción de infraestructuras y de escuelas, entre otros.
Las relaciones de Bolivia y Estados Unidos vienen marcadas por la expulsión en 2008 del entonces embajador estadounidense en La Paz, Philip Goldberg, acusado de conspiración por Evo Morales, y desde entonces el representante diplomático norteamericano es el encargado de Negocios.
Ese mismo año el Gobierno de Morales también expulsó del país a la Administración para el Control de Drogas estadounidense (DEA, en inglés). (I)