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Bolivia celebró el Día del Acullico

Bolivia celebró el Día del Acullico
29 de marzo de 2015 - 00:00

Cada año, a mediados de marzo, se realiza el Día Nacional del Acullico en reconocimiento al planteamiento hecho por el presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, en la asamblea de las Naciones Unidas de que el consumo de la hoja de coca en el país y en los pueblos andinos amazónicos de América del Sur es una práctica ancestral.

El objetivo del Día Nacional del Acullico, también conocido como pijcheo o boleo, es difundir y revalorizar el consumo de la hoja de coca por sus cualidades medicinales y efectos benéficos en el organismo humano.

En esta esta jornada, reconocida a escala mundial, se realizó una serie de actividades con la participación de autoridades nacionales y organizaciones sociales.

Esta cita convocó a más de 500 productores en la ciudad de Cochabamba con varias actividades públicas. En esta celebración se presentaron, además, mates, caramelos, queques, licores, pomadas de coca y otros productos.

En los tiempos del incario —según lo indica el blog Cochabandido— el acullico (masticación de coca) era únicamente para fines rituales-religiosos. Solo a los sacerdotes del Cusco y de los diferentes suyos (provincias) del imperio se les permitía masticar la glauca hojita cuando lisonjeaban con sahumerios al Inti, la Pachamama y otros dioses andinos.

Los incas y su parentela, así como los curacas o gobernadores, gozaban de igual privilegio. Estaban excluidos de las severas penas que se aplicaban a quienes caminaran con la mejilla abultada por la coca. Esta era ‘sagrada’ y no se toleraba que anestesiase el paladar de cualquiera.

Los españoles que llegaban a Potosí con ansias de enriquecerse lo más rápido posible se encargaron de ‘desacralizar’ la coca, tras comprobar que su consumo mitigaba drásticamente el cansancio y el hambre.

Esto les caía como anillo al dedo para el rendimiento laboral de los ‘mitayos’ o esclavos (indígenas aimaras y quechuas) que soterraban en los socavones del Cerro Rico para la extracción de la plata.

Algo parecido harían después los latifundistas hispánicos del altiplano y los valles para que sus vasallos indígenas trabajaran más y mejor. Para conseguir sus propósitos, la provisión de coca era la clave.

La hoja de coca es reconocida en el mundo por su alto contenido de nutrientes, vitaminas y minerales que proporcionan un gran bienestar psíquico y físico al ser humano.

Según los conocedores, el acullico disminuye los molestos efectos de la falta de oxígeno a grandes alturas y facilita las labores de mineros, campesinos o quienes realizan un trabajo que exige mucho trabajo físico, porque contrarresta los malestares de la fatiga y la indigestión.

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