La alcaldesa de Bogotá, Clara López, declaró  la emergencia invernal en la capital colombiana, ante las inundaciones y deslizamientos ocasionados por las intensas lluvias que han llevado al cierre de importantes vías dentro y fuera de la capital.

“Es una situación bastante delicada. Es una de las causas por las cuales hemos decretado la emergencia invernal en todo el territorio del distrito (capital)”, expresó López a periodistas al informar sobre la decisión la noche del martes.

López hizo el anuncio luego de que unas 700 viviendas de una vasta zona del suroeste de la capital, en donde residen entre 3.500 y 4.000 personas, quedaran aisladas por el desborde del río Bogotá, que impide la salida o ingreso de sus habitantes, quienes en su mayoría permanecen refugiados en los pisos altos.

“La emergencia implica un plan específico, coordinar con la gobernación del departamento de Cundinamarca áreas para descargar el río Bogotá, además de garantizar atención en salud, evacuación y atención a las familias damnificadas, entre otras acciones”, explicó la funcionaria.

López agregó que actualmente  en Bogotá hay 115 puntos críticos en peligro de deslizamiento, en donde los comités locales de emergencia trabajan en dos frentes de atención: el río -que cruza por la ciudad- y las laderas de la urbe, que tiene siete millones de habitantes, ubicada a 2.600 metros de altitud.

Las lluvias que han caído en Bogotá en los primeros seis días de diciembre corresponden a lo que podría llover en todo el mes, según organismos estatales que manejan el tema.

Los deslizamientos originados por las precipitaciones tienen suspendido el tránsito por la avenida Circunvalar, una de las más importantes vías que recorre la ciudad de sur a norte.

Igualmente las inundaciones han hecho colapsar dos importantes vías que llevan de Bogotá a los cercanos municipios de Cota, Chía y Cajicá, y hacia el noreste de Colombia.

Las precipitaciones, que afectan a la totalidad del país desde septiembre pasado, son consecuencia del fenómeno climático La Niña, que produce cambios atmosféricos por la llegada de corrientes frías a las costas del océano Pacífico.

Hasta el lunes pasado unas 121 personas habían fallecido en Colombia como consecuencia de esa temporada, según la Cruz Roja.

La misma temporada de precipitaciones ha dejado un total de 486.723 personas damnificadas que corresponden a 102.421 familias en todo el país.

En Bogotá, el director de la oficina de Gestión del Riesgo de la Presidencia de la República, Carlos Iván Márquez, manifestó que esta segunda temporada de lluvias se mantendrá fuerte hasta mediados de diciembre y luego se registrarán algunas precipitaciones como consecuencia del fenómeno climatológico  La Niña.

Márquez reveló que se mantendrán activos los planes de contingencia de la entidad.

“Se mantiene la alerta por el riesgo de deslizamiento en algunas regiones del país, como en los departamentos de Caldas, Cauca, Cundinamarca, Boyacá y Antioquia, así como la vigilancia en algunos ríos como el San Jorge en Córdoba, y el Cauca, desde la parte media y baja”, añadió el director de esa dependencia oficial.

Entre abril de 2010 y el mismo mes de este año, Colombia sufrió una extensa temporada de lluvias que provocó la muerte a más de 440 personas, dejó 3,6 millones de afectados, miles de hectáreas resultaron anegadas y muchas carreteras, puentes y centenares de casas fueron destruidos por las aguas y por deslizamientos.