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Ecuador, 22 de Diciembre de 2024
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Bogotá busca cooperación internacional para paliar la crisis por inundaciones

 La capital colombiana recurrió hoy a la cooperación internacional para superar las inundaciones que la tienen sumida en una emergencia ambiental que para el presidente del país, Juan Manuel Santos, es la peor en la historia de la ciudad.

Las autoridades de Bogotá buscan en países latinoamericanos una bomba de gran capacidad que permita evacuar de la manera más rápida las aguas que anegaron vastas zonas residenciales de las zonas sur y suroeste, una de las cuales fue visitada hoy por el jefe de Estado.

La magnitud de la crisis ambiental la hizo evidente el gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), Luis Fernando Ulloa, al advertir de que la ciudad debe buscar en el exterior una bomba de extracción de agua que no existe en el país.

Ulloa dijo en declaraciones telefónicas a Efe que en Bogotá se necesita "al menos una bomba de un metro cúbico por segundo y una cabeza hidráulica de quince metros".

Es un equipo utilizado en la extracción de petróleo que puede encontrarse en países como Ecuador, México o Venezuela, precisó el funcionario, quien indicó que su consecución cuenta con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores y el respaldo, para su traslado en un avión militar desde el país de origen, de las Fuerzas Armadas.

Una sola bomba de las que características mencionadas puede comenzar a aliviar de manera inmediata la situación de emergencia, aunque el desagüe tomará días, dijo Ulloa, pero observó que con dos de ellas "la emergencia estaría superada en cuatro días".

"Esta tragedia (...) ha sido la peor tragedia que ha tenido Bogotá en materia de inundaciones, creo que en toda su historia", afirmó Santos en una alocución desde Bosa, una de las dos localidades bogotanas más afectadas por los desbordamientos.

Santos visitó la zona junto a la alcaldesa de la ciudad, la izquierdista Clara López, quien hace menos de tres días declaró la capital en "emergencia por riesgo de inundación y deslizamientos".

La declaración, para facilitar acciones de prevención y mitigación, coincidió con los primeros desbordamientos del canal Cundinamarca, cuyo caudal de aguas de lluvia no ha podido ser absorbido por el río Bogotá, que también se ha salido de cauce.

Las aguas inundaron los domicilios de 45.196 personas en Bosa y Ciudad Kennedy, según el censo oficial del Fondo de Prevención y Atención de Emergencias de Bogotá (Fopae), entidad que ha cifrado en más medio millar el número de automotores igualmente anegados.

Una portavoz del Fopae dijo a Efe que por la emergencia una treintena de personas ha enfermado y se les ha atendido por problemas como ansiedad, pánico o estomacales, mientras que otras brigadas avanzan en una campaña de vacunación masiva.

En un mensaje a los damnificados, Santos les anunció que su Gobierno entregará a cada familia censada un total 1,5 millones de pesos (casi 777 dólares) como asistencia de emergencia.

El dinero se suma a unas ayudas de la Alcaldía para la recuperación de las familias y sus patrimonios, entre ellas la exención de impuestos por predios, negocios o vehículos, hasta por el monto de los daños que hayan sufrido los mismos bienes.

Son "ayudas para mitigar esta tragedia", destacó Santos, quien a comienzos de esta semana había hecho una visita similar a la periferia norte de la ciudad, inundada también por el río Bogotá.

"Un millón de pesos, un millón quinientos, que dice el Gobierno, no justifica absolutamente nada para las personas que lo han perdido todo", expresó en entrevista con Efe Ismael Gómez, un damnificado del barrio El Recreo de Bosa.

Mientras, la alcaldesa López afirmó que la asignación familiar anunciada por Santos "es un gran apoyo (...) a una emergencia verdaderamente grave".

La emergencia en la capital colombiana es una de las más graves causadas por la temporada de lluvias que afronta el país desde comienzos de septiembre pasado, aunque también ha tenido devastadores efectos en otras regiones, como en el municipio de Buga en el Valle del Cauca, en el suroeste del país.

Allí, Efe constató que los altos niveles del agua estancada obligan a los vecinos a entrar a nado en las casas.

El período de precipitaciones, que es el segundo del año e irá hasta las primeras semanas de 2012, según el servicio meteorológico estatal, deja al menos 140 muertos y casi 550.000 damnificados, además de cuantiosos daños en infraestructuras públicas, sobre todo de carreteras.

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