Berlusconi, un "faro" para sus huestes
Inhabilitado para ejercer en política, desacreditado por sus bacanales, debilitado por una operación de corazón, el octagenario Silvio Berlusconi sigue siendo adorado por sus huestes, que lo consideran "un faro", "un maestro", "el número uno" de Italia.
"Es el pilar de Italia, ha sido bendecido por los dioses, puede salvar el país", asegura casi obnubilada la enfermera Elga Morati, de 70 años, jubilada.
A los 81 años, el conocido multimillonario apareció este domingo en un teatro de Milán ante miles de simpatizantes que lo ovacionaron y aplaudieron.
De pie, sin tomarse un minuto descanso ni un vaso de agua, el magnate y ex primer ministro pronunció un discurso de más de dos horas en el que explicó las razones por la que Italia lo necesita de nuevo.
Hablando con tono seguro y sabio, explicó algunos puntos claves de su programa -desde la reforma tributaria hasta el aumento de las pensiones- y pasó a atacar a sus nuevos enemigos: el Movimiento Cinco Estrellas, una "secta peligrosa", como tildó a la formación antisistema, entre las favoritas para vencer en las elecciones del 4 de marzo.
Curtido en tantas batallas, "Silvio", como lo llaman todos, multiplicó sus bromas, hizo reír a la audiencia, que se divirtió con sus salidas y lo aplaudió generosamente.
"Nadie es capaz de hacer lo que él hace, es un hombre excepcional. Puede salvar a Italia", asegura entusiasta la enfermera retirada.
"Magistratura politizada"
El elegante multimillonario, que calibra con habilidad sus palabras según la audiencia, se dirigió a los jubilados, a las amas de casa, a los desempleados, para todos tenía una promesa, un regalo, un lema.
Tampoco olvidó a los jóvenes, porque para muchos "es joven por dentro", como asegura Giuseppe Porta, un estudiante de 20 años, quien lo ve como a un padre de la patria, necesario para "la democracia" italiana.
Para otro joven, Simone de Giorgio, Berlusconi representa "un faro, alguien que debe servir de ejemplo" para todo el país.
"En todos los sectores donde ha obrado, siempre ha sido el número uno: en los negocios, en la televisión, en el fútbol, en la política (...) Es un fenómeno", sostiene.
El hecho de que el líder de la derecha italiana y fundador de Forza Italia haya sido condenado hace cinco años por evasión fiscal, por lo que fue inhabilitado para todo cargo público hasta 2019, no parece afectar su popularidad.
"En Italia los magistrados participan activamente en la vida política, y por ello los jueces lo han perseguido tanto (...) porque siempre ha ganado las elecciones", sostiene Giorgio.
"Ha sufrido mucho, eso sí es un escándalo, eso es inmoral", comenta indignado Giacomo Zecchini, de 72 años, un empresario jubilado.
'Seguridad y sabiduría'
Muchos de los asistentes votan por "Silvio" desde que se lanzó al ruedo político en 1994, sostiene otro de sus simpatizantes, Raimando Suriano, de 76 años.
Según él, "Berlusconi es el hombre más concreto, el más preparado, el que tiene más experiencia", asegura.
"Además es un empresario que ha dado y sigue dando trabajo a miles de ciudadanos a través de Fininvest", su holding especializado en medios, publicaciones y el sector bancario.
Para Zecchini es "el único que tiene un programa político serio, creíble y factible", y también es "el único que puede reactivar el mundo del trabajo y la economía", dice.
"A diferencia de otros candidatos, inclusive de su coalición, es una personalidad política fuerte y tiene la capacidad de atraer también los votos de sectores moderados. Además genera tranquilidad en comparación con otros líderes", señala Federico Guiscardo, de 38 años.
Para Federica Zanella, candidata de Forza Italia (FI) en las listas de Milán, Berlusconi representa "seguridad y sabiduría (...) frente a los movimientos populistas que han surgido en Italia, especialmente el Movimiento de Cinco Estrellas, que suscita miedo, porque donde han llegado al poder no han sabido gobernar", comenta. (I)